5B LaPrensa Panamá, miércoles 6 de marzo de 2024 Vivir Tu opinión nos interesa vivir@prensa.com ‘Pobres criaturas’: Desafiando el arte con controversia MÚSICA Familia de O’Connor vs Trump La familia de la cantante y su sello discográfico se suman a un extenso grupo de artistas, que incluye desde Prince hasta Adele, Rihanna y los Beatles, quienes han señalado al expresidente de los Estados Unidos, Donald Trump, por usar su música en eventos de campaña política sin autorización. ADEMÁS Isabel Pantoja celebra 50 años de música 6B CINE Ricardo Pichel Especial para La Prensa vivir@prensa.com Difícil y controversial, la última película de Yorgos Lanthimos nos presenta una reimaginación del clásico de ciencia ficción Frankenstein de 1818. Pobres criat u ra s se centra en una mujer que es resucitada mediante un trasplante cerebral, creando una protagonista que es un infante en el cuerpo de una adulta. De la mano de esta protagonista vemos su experiencia de autodescubrimiento en la Inglaterra victoriana. En su núcleo, la película es una obra feminista, que explora las barreras de una sociedad patriarcal a través de nuestra protagonista Bella Baxter, quien experimenta todo por la primera vez. La película aborda temáticas complejas como el matrimonio, las relaciones padre-hija, las relaciones controladoras y la sexualidad como una forma de expresión. Como otras películas de Yorgos Lanthimos, se utiliza una situación fantasiosa e inverosímil, generalmente con un elemento morboso, para comentar desde una perspectiva única temas del mundo real. El director, conocido por películas de corte artístico y experimental, en esta ocasión optó por una narrativa clásica con gran parte de la trama avanzando a través del diálogo y decisiones de los personajes. Visualmente, Pobres criaturas es una película llamativa y única. Utiliza una escenografía fantástica, salida de un cuento de hadas, con toques absurdistas y surrealistas. El primer tercio de la película es en blanco y negro, lo cual opera como una metafora para la conciencia y libertad de nuestra protagonista, que tambien enaltece el estilo artístico cuando el mundo transiciona a una gama completa de colores una vez que nuestr protagonista empieza a descubrir y entender el mundo que la rodea. Sin embargo, a pesar de su apariencia caricaturesca, Pobres criaturas es una película desafiante y por momentos muy incómoda, que muchos integrantes de la audiencia encontrarán imposible de digerir. Su tonalidad fantástica de un momento a otro se convierte en escenas que rozan lo grotesco y soez. Sin duda es una obra cinematográfica sin escrúpulos, comprometida con una visión artística que exige una audiencia tolerante y madura. Cabe resaltar las brillantes actuaciones del elenco. Willem Dafoe y Mark Ruffalo brindan excepcionales actuaciones, pero la estrella es Emma Stone, en uno de los papeles más extravagantes que se le recuerdan. Una de las mejores actuaciones del año, Stone adopta un papel poco característico de una estrella de su calibre y nos ofrece una actuación amplia, que abarca desde momentos vulnerables e inocentes, a facetas imperiosas y empoderadas. Es una actuación digna de su nominación al Oscar de mejor actriz. Pobres criaturases probablemente la oferta más extravagante de las nominadas al Oscar de mejor película este año. La película toma una serie de decisiones estilísticas en las que yace la controversia. Sin embargo, la efectividad de la misma en transmitir sus ideas y temas es indudable. ¿Qué comemos en la Comarca? La voz de la Academia Jorge Sarsaneda del Cid vivir@prensa.com “A mí me criaron comiendo patas de rana”, me comentó hace años un ngäbe, por cierto, bastante robusto y fuerte. Esta expresión siempre me ha llamado la atención porque normalmente uno asocia las “ancas de rana”con platos exquisitos de restaurantes parisinos, no con la empobrecida Comarca Ngäbe-Buglé. Según los datos oficiales, el 96.3% de la población indígena de Panamá vive en pobreza (84.8% en pobreza extrema) y un 62% de los niños tiene grado de desnutrición crónica. La mortalidad materna panameña –entre indígenas- es de las peores en América Latina (62.3% de muertes por cada mil nacidos vivos) y el índice de desarrollo humano fue de 0.447, cuando el global del país es de 0.780 (el de Haití es de 0.456). Son datos más reales que los del discurso presidencial. Sabemos que esta situación no es de ahora. Son cientos de años arrastrando injusticia y explotación. En una carta de 1604 leemos lo siguiente: “…todos los naturales que ay en toda esta tierra y se mueren por esos montes como animales … por el mal tratamiento de los españoles se huyen y van a los montes y se vuelven a sus ydolatrias porque ven que ni los dexan vivir como es Razón sino tratándolos mal”.En otra carta, un obispo escribe por esas mismas fechas: “los indios de la comarca que colinda con Remedios fueron sometidos y para su mejor sometimiento y catequización se les reunió en los pueblos de San Félix y Santiago de Guabalá a cargo de en comendadores españoles que les inspiraban en la fe cristiana pero que los obligaban a trabajar duramente”.En el siglo XIX también se denuncia que: “todos los asendado de Tole se ha enriquecido [sic] con el sudor de lo yndio”. Ya hemos visto los datos de los últimos años, ¿quiere decir que el pueblo ngäbe está irremisiblemente empujado a su extinción? ¿Tendrá que explotarse la gran mina de Cerro Colorado para que tengan dinero para comprar comida? ¿Cómo han hecho para sobrevivir? Hace años, llegué a un rancho de la comarca y había un grupo familiar sentado alrededor del fogón donde se encontraba una paila (olla) grande, tapada, en la cual cocinaban “a l go ”. Estuve un rato platicando y me despedí. Cuando estaba fuera del rancho me preguntaron si comía “h o ja s ” (mä ka mrörea?). Contesté que sí y me invitaron a pasar nuevamente y me brindaron una totuma con una sopa de unos pocos frijoles y muchas, muchas “h o ja s ”de diferente tipo. Esta es una de las comidas heredadas de los abuelos que han permitido mantener un poco fuera de la desnutrición a miles de indígenas. Las hojas son el gran “soco - rro”de la comida indígena: hojas de otoe (tä), fuente muy buena de vitaminas y minerales; las hojas de uyama (be), también fuente de betacaroteno y vitaminas, además de ser medicinales; hojas de frijol (muma) y el mismo frijol tierno, con toda su riqueza de proteínas, vitaminas y ácido fólico (contra la anemia); el berro de agua, del cual se comen las hojas y los brotes tiernos, con toda su riqueza de iodo, hierro y vitamina A. Incluso flores y cogollos como las de la chichica o la flor de la cabuya (bon kwetdare ), también son alimenticias. En fin, las “ka”o jirakas constituyen una gran fuente de nutrientes, medicinas e incluso son usadas en rituales. Hay alimentos –que consumen los ngäbe–muy ricos en nutrientes y poco conocidos por los no indígenas, por ejemplo, el llamado ñürün o “bodá”, que es un alimento prehispánico, más rico en calcio y fósforo que cualquier hortaliza. Así como los muy conocidos frijoles de palo o guandú, que son una gran fuente de minerales (fósforo, manganeso, magnesio, ácido fólico y flavonoides). Igual se pude hablar de la fuente increíble de nutrientes como lo es el pifá o daba, en ngäbere, del cual se come el fruto y el cogollo o palmito, aparte de otros múltiples usos que tiene. Es el alimento tropical más completo que hay. Los ngäbe también elaboran conservas como el gwa münün (“polvo de pescado”) o el kwi münün (“polvo de gallina”), que tienen muchísimos nutrientes y también son desconocidos por los no indígenas de la ciudad. Además, preparan el mren kugwän (“sal quemada”), muy rica en calcio. Y eso que no hablamos de animales y frutas. Se podría hablar mucho más, solamente quisiera reafirmar que existen los medios para vencer la desnutrición, la cuestión es apuntar en la dirección correcta con todos los recursos a disposición, hacia una seguridad alimentaria que desemboque en soberanía alimentaria. Esto supone cambiar mentalidad en los gobernantes. ¿Se podrá? Estamos cerca de elecciones, ¿a quiénes vamos a elegir? EL AUTOR es investigador lingüístico y literario y profesor de lenguas extranjeras. A pesar de su apariencia caricaturesca, Pobres criaturas es una película desafiante y por momentos muy incómoda, que muchos integrantes de la audiencia encontrarán imposible de digerir.
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