5A LaPrensa Panamá, viernes 1 demarzo de 2024 Panorama CerroChucantí: enbuscade los tesorosde las tierrasaltasdel Darién Fotocrónica de una tarvesía a mil metros sobre el nivel del mar paar capturar especies endémicas como la salamandary la rana Greta, un ejemplar único en el mundo que debe su nombre a latiavcista Greta Thunberg. NATURALEZA AlexanderArosemena [email protected] El clima frío del bosque nubosoenelfilodelce - rro Chucantíes el há - bitat de plantas, animales y hongos que no existen en ninguna otra parte del pla - neta y los expertos llaman “especies endémicas ”. Es un lugarúnico paraconoceres - pecies endémicas en su hábitat natural,mientras te to - maselcafédelamañana. Mirarlas es un nirvana, por lomaravillosoy loinfre - cuente. Fotografiarlas es otro cuento. Llegué al Chucantí en el verano de 2023 para eso: capturar unmono araña, un bichopequeño comoun ca - chorroyágil comounagacela, atrapar con el lente una salamandra Chucantí o lo - grar cazar con la cámaar a una rana connombre de ac - tivista y presencia alucinó - gena: Greta Thunberg ’s Rainfrog, laranaGreta. Para conocerel Chucantí, hay que conducirpor la Pa - namericana hasta Chepo y atravesar el tortuoso tramo entre Cañitas y Tortí. Allí, hay que desviarhacia la co - munidadruraldeRíoCongo y, si el trayecto es en carro, frenar: nadielograría avan - zarmontañaarribaenuncarro cualquiera. La aventura entonces tornará 4x4 hatsa que tocará caminar por un sendero salpicadode árbo - les espavé altos comoedifi - ciosdequincepisos. Al volante fueGuidoBer - guido, biólogoydirectoreje - cutivo de la Asociación Adopta Bosque Panamá, guardián deloro verde del país. De copiloto,un colega de Guido másjoven queél, quehizodel Chucantísu la - boratoriodeestudioyseráel grancompañero deesta tra - vesía:ÁngelRomero. Llegamos pasado el mediodía a una reserva con unafiladecabañasabraza - das por el bosque, a 850 metros sobre el nivel del mar, dondepasamos lapri - meranoche. Mis expectativas eranmo - deradas.Másdedosdécadas documentando los paarísos naturalesdePanamámeen - señaron laimprevisibilidad de la naturaleza. Ayuda co - nocer el comportamiento animal y estar listo, comoun felino antes de caerle a su presa, pero los monos trepan, las ranas brincany las salamandras pasan desa - percibidas. Igualaesovinimos:vamos aintentar. El cerro Chucantí es como dieciséis parquesOmar jun - tos; una inmensidad hecha de monte, selva y vida ani - mal.La visita debeser coor - dinada con la Asociación Adopta Bosque Panamá, unaorganizaciónque traba - ja para conservar sus ecosis - temas. Díauno: sinnovedades de laranaGreta A la mañana, lavista en la ladera del cerro, enel punto más alto de la serranía de Majé, cuando lasnubesaca - rician la cumbre,es una pin - turagloriosa. Como siempreen la natu - raleza, cualquier ruidoes ex - trañoycualquier rugido,una alerta. Uno oye sonidos por primeravez,comoeldelaho - jarascaque cruje porlos sal - tos de una “rana dardo”. Al verla,cambiérápidamenteal lente macro, ese que logra quelosanimalespequeñosse veanmás grandes, y clic .Hay foto, aunque no sea de los monosnidelaranaGreta. Por la tarde, descendimos para explorar la ladera. Enel camino, una bandade mo - nos araña enfurecidos con nuestra presencia quebar - ban ramas. De inmediato, sentimosuna lluviaextraña, porque no llovía y porque olía. Almirar arribaentendi - mos: los monos nos etsaban orinando. Está bien, monos,nos va - mos. Horas mástarde, aparecie - ronotrosmás,unostitíesigual de frenéticos que los monos araña,atravesandoeldoseldel ranchocomedor dondecená - bamos. Quiero aprovecha.r Tomo el lente telefoto que, a diferencia del macro, logra acercarlolejano. Pero fotografiar monos es comotratardecapturarceni - zasenel viento.Siemprebuscan las sombras avanzando rápido y furioso. Si tienes suerte, la curiosidadlos de - tendrálossegundossuifcien - tes comopara enfocary dis - parar.Peronolatuve.Treses - pecies de monosavistados y ninguna toma que valga la pena. Así queintentamos versi el bosquenosregalabaalgolue - gode lacena,conla luzdelas linternas.Salimos delsende - ro,encontramosunaquebra - da bastanteseca ynada más —aquí las quebradas, las es - pecies ytodo loque lasrodea está amenazado por la dfeo - restaciónparalatalaylaagri - cultura—. Al regresar, solo me preocupaba queuna ser - pienteemergiera de la oscu - EnDariénhayuna reserva natural queatesoraunas 60nuevasespeciespara la ciencia y lagranmayoríano seencuentranenotraparte delmundo: el cerroChucantí. Alexander Arosemena ridadymeatacara. Por suerte, nopasó.Nome saltóningunaalcuello,quie - ro decir, aunque sí vimos la víbora X, la más temida del país por su súper poderde envenenar. Si nohubiesees - tadocongentetanenamora - da dela naturalezacomo un político localde losbilletes, alguien habría sacado un machete a partirla enpeda - zos. Peroeste esotropúblico ypuedotomar lafoto. Fotografiaraoscuras tiene pros y contras. Lomalo es lo obvio:nohay luz.Enesouna buena linterna puedeayu - dar, y hastapuedefuncionar como flash.Lobuenoesque, en la negritudde la noche, la mayoría de los animales quedan inmóvilespara no atraeradepredadores. Díados: ¿Dóndeseesconde laranaGreta? Al amanecer, el aroma de café mesacó dela cabañaal fríode lamontaña.Después deesoyloshuevosrevueltos, a lo que vinimos: a buscar esasespecies endémicase, s - tavez,sobreel lomodeuncaballo. Hubo una hora de cabal - gataymediamásapie, conel canto de lasaves como ban - dasonora.Elbosqueaesaal - tura lucía encantado por el viento. Vimos de todo.Mil mara - villas naturales dignas de National Geographic y hasta helicópteros en ruinas, maltrechos porla hu - medad y el moho carco - miendo sucarcaza durante 30años, después de un accidente. Pero nadade las en - démicas. Regresamos alternando entre caballo y pie,en un as - censointerminableentrerocas y raíces por una ladera extrema que es como un manto verde, esponjoso y húmedo. Jadeando, pisa - mos las cabañas ya sin esperanza algunade ver a la salamandra o conocer ala rana Greta. Apesardel cansancio,Án - gel -el gran compañero de esta travesía- me guió una vez más al encuentro de la rana Greta. Él sabía que yo quería conocer a esa rana que comparte los ojosenor - mesycuriosos conlaactivis - ta que inspirósu nombre, Greta Thunberg. Esees el rasgoquelahaceúnica.Esey quesoloviveenestaserranía deDarién. Tras la primera loma, apa - reciólasuerte. Hola rana Greta, dije, en - cantado.Ylafotogarfié. Lo que más megusta de fotografiar naturaleza es que el modelo nunca se queja de cómo sale en la foto. Todo lo demás -que no aparezca, que esté un se - gundo, que teorine, que te salte al cuello, quepara en - contrarlatengas quesubir laderas imposibles- se te olvida cuando logras la fo - tografía que querías.Que - das feliz, almenos, hatsa la próxima aventura. GretaThunberg’sRainfrog (Pristimantis gretathunbergae) El nombre científico de esta especie, endémica del CerroChucantí, honra aGretaThunberg por su activismo climático global. Alexander Arosemana
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