8A LaPrensa Panamá, domingo 28 de enero de 2024 Opinión La opinión de Hilde El problema no es Trump… Política Daniel R. Pichel [email protected] Todo indica que la elección presidencial en Estados Unidos, será una repetición de la de hace cuatro años. Con los mismos dos candidatos, pero cuatro años más viejos. Pero con los papeles cambiados, quien antes pretendía destronar (nunca mejor usado el término) al “in - c umbent”, ahora es quien busca la reelección. Sin duda, un país con más de trescientos millones de habitantes, se antoja pensar que pudiesen tener candidatos cuyas edades sumadas no superaran los 150 años. El presidente Biden, se ve frágil y genera dudas si tendrá la energía necesaria para completar cuatro años más en la presidencia. A pesar de la marcada polarización de la política de Estados Unidos, ha logrado acuerdos bipartidistas, que demuestran la habilidad negociadora, que ya lo caracterizaba como senador. Incluso la economía, ha alcanzado máximos históricos y niveles bajos de inflación digan lo que digan Trump y sus adláteres. Aún así, las encuestas (que últimamente se especializan en equivocarse), muestran que el porcentaje de aprobación de la gestión Biden/Harris está en niveles muy bajos. Eso si, antes de la campaña. Biden se enfrentará a Donald Trump, quien lleva tres años pataleando que le robaron las elecciones a pesar de no haber nada que indique semejante cosa. Un personaje claramente patológico, narcisista, más inculto que un gusarapo, y digno de ser el malo de una película de bajo presupuesto. Que tiene como carta de presentación estar acusado de 91delitos entre estatales y federales. Delitos que incluyen, violación, acoso sexual, defraudación fiscal, estafa, difamación, sustracción de documentos secretos de la presidencia, intento de robarse las elecciones en Georgia, insurrección, incitación a la rebelión e intento de interferir con la transmisión de mando presidencial aquel vergonzoso 6 de enero de 2021. En este momento, ya ha sido formalmente acusado en varios procesos, en New York, Washington, Georgia y Florida. En la mayoría de esos casos, su argumento de defensa es que un presidente tiene inmunidad, así cometa un delito (esto suena conocido). A pesar de todo esto, sigue haciendo campaña, apoyado en una masa de protoplasma social que le acepta todo lo que haga o diga. Sigue dando discursos con su lenguaje de niño de cuarto grado de primaria, insiste en hablar de sí mismo con una admiración caricaturesca, mientran insulta y se burla de todo aquel que considera pudiese interferir en sus planes de hacer lo que le de la gana. Lo que pasa con Trump, es que puede definirse como "agente del caos". Institucionalmente, ya amenazó con ser "dictador por un día". En caso de asumir la presidencia cerrará la frontera con México y aumentará los poderes presidenciales. Ha dejado claro que le quitará financiamiento al FBI, a la CIA y al Departamento de Justicia, y trataría de cambiar las reglas electorales que le impidieron robarse la elección de 2020. Incluso el ejército no quedaría al margen de la ira de Trump. Según dijo John Kelly, se quejaba de no contar con militares "como los generales alemanes que obedecían a Hitler sin cuestionarlo" (ignorando que los generales alemanes trataron de matar a Hitler varias veces). En un reportaje sobre el general Mark Milley en The Atlantic, se menciona que Trump proponía someterlo a una corte marcial y ejecutarlo por haber dicho que "no obedecería si Trump pretendía usar la fuerza militar para mantenerse en el poder, porque el compromiso de los militares es con la constitución y no con el presidente". La admiración de Trump por por los gobernantes fuertes como Putin, Xi, Kim u Orban, hace pensar que trataría de congraciarse con ellos reforzando indirectamente a Rusia, China e Irán mientras haría todo lo posible por sacar a Estados Unidos de la OTAN, debilitando a occidente. Socialmente, su permanente discurso discriminatorio, contra los inmigrantes (a quienes califica de delincuentes, terroristas y narcotraficantes), su desprecio hacia las minorías, y el apoyo a movimientos supremacistas blancos, machistas y antisemitas, seguramente generarían una inestabilidad social nada conveniente ni para Estados Unidos, ni para el mundo. Pero a pesar de todo esto, el gran problema que enfrenta Estados Unidos no es Trump; es lo que representa. Un revoltijo de ideas radicales apoyadas por una no despreciable cantidad de votantes, que aplauden cual focas amestradas todo lo que diga o haga este señor, formando "la base fuerte" del partido republicano, al punto que nadie en el partido se atreve a cuestionar abiertamente al expresidente. Efectivamente, el partido fundado por Abraham Lincoln (pobre Lincoln), está secuestrado por ideas opuestas a cualquier principio democrático real. El insulto y la burla son el idioma que mejor entienden, rechazan la ciencia y la academia, desprecian a las minorías, prohiben libros en bibliotecas públicas por tener ideas distintas a las suyas, y proponen aislar a Estados Unidos del mundo para "hacer a América grandiosa de nuevo". Pero muchas de estas ideas, como bien explica Rachel Maddow en su libro "Pre - quel", han existido en Estados Unidos desde la década de 1920, pero estaban ocultas por no tener espacio en el mundo civilizado de finales del siglo pasado. Lo que pasa es que este señor ha desarrollado una plataforma para volver a ponerlas en el escaparate político. Pero Trump no será eterno. Tiene casi 77 años, y tarde o temprano desaparecerá del mapa. Pero, en ese momento, seguramente surgirán los Ted Cruz (quien me parece la sabandija más despreciable de los 300 millones de americanos), Ron DeSantis, Vivek Ramaswamy y quién sabe cuántos más, que competirán por parecerse lo más posible a Trump. Un tipo que no le importa nada más que él mismo, y que no entiende lo que es un sistema democrático. Con un nivel de ruindad que lo llevó a pedirle al momificado Mitch McConnell, que no intenten resolver los problemas fronterizos en el Senado, para él poder usarlos como argumento de campaña contra Biden. Esperemos los votantes en noviembre, entiendan que es necesario mantener todo ese montón de ideas lo más alejado posible del poder. Porque el problema de Estados Unidos no es Trump, es el trumpismo... EL AUTOR es médico cardiólogo. Biden se enfrentará a Donald Trump, quien lleva tres años pataleando que le robaron las elecciones a pesar de no haber nada que indique semejante cosa. Un personaje claramente patológico, narcisista, más inculto que un gusarapo, y digno de ser el malo de una película de bajo presupuesto. ‘El salario mínimo debería ser más’ Laboral Bryan Townshend Bahamón [email protected] En la compleja trama económica de Panamá, se generan debates sobre el salario mínimo y la supervivencia de las empresas. “El empresario nunca pierde”…no es así. En el período 2019-2023, según el Ministerio de Comercio e Industrias, más de 39,300 empresas cerraron en Panamá, evidenciando la fragilidad del tejido empresarial. Aumentar el salario mínimo sin considerar las consecuencias podría generar una inflación incontrolable y la búsqueda de empleo podría resultar más difícil que enfrentarse al diablo en el monte con un machete. Los defensores de salarios mínimos más grandes pasan por alto (a propósito) las implicaciones económicas en la empresa privada. Algo tiene que quedar claro: Para que una empresa te pague un salario, debe poder obtener un retorno sobre tu trabajo mayor a lo que gasta en ti. Pues me parece bastante lógico que, si gastas más de lo que ganas, quiebras. Y se necesita dejar en claro por qué los terraplanistas económicos (marxistas) denominan esta práctica como “robo”, y venden esta lógica como un robo. Ojo, no estoy pasando por alto que los salarios en Panamá son relativamente bajos con respecto al nivel de precios que enfrentamos. Pero que aumentar los salarios mínimos sea la solución a este problema es más falso que el discurso político de um candidato. En el corto plazo, se soluciona este problema que comienza a ser competitivo, como país, al ofrecer un terreno fértil para nuevas empresas y negocios. Esto, complementado con una educación de habilidades actualizadas en centros de educación superior son el combo ganador que cualquier persona quisiera degustar en un restaurante. Para esto hay que dejar de escuchar a estas personas, que han aprovechado perfectamente el panorama político actual y la fatiga diaria de la población para echarle cuento de pajaritos preñados a las masas que están buscando salir adelante. Pero lo que les digo yo es más difícil de digerir. Porque les estoy diciendo que debemos de trabajar más duro, con más esfuerzo y con mayor responsabilidad. Al final, de eso se trata la libertad. Y a pesar de muchos parásitos que chupan sangre de nuestros impuestos, es el único camino para vencer. Dejemos de atacar a nuestro tejido empresarial por un discurso de odio. Entendamos que el trabajo de la empresa privada es crear valor en los mercados, debemos proporcionarles ese terreno. Así mismo también es nuestra responsabilidad saber cómo evitar que empresarios, amigos de los políticos, se aprovechen y desangren nuestros bolsillos con tratos preferenciales del gobierno. Tenemos que entender que menos Estado nos da más responsabilidad, lo que es difícil. Pero también significa menos corrupción y nos da la oportunidad de mejorar nuestra vida, con un cambio en nuestro chip cultural del “juega vivo”y el ¿qué hay pa´mi?. Solo así las personas realmente vulnerables recibirán los beneficios que necesitan. EL AUTOR es miembro de la Fundación Libertad. En el período 2019-2023, según el Ministerio de Comercio e Industrias, más de 39,300 empresas cerraron en Panamá, evidenciando la fragilidad del tejido empresarial. Los artículos de opinión y las caricaturas son responsabilidad exclusiva de los autores. La opinión deLa Prensase expresa únicamente en el Hoy por Hoy. [email protected] Las colaboraciones para la sección de Opinión deben incluir la identificación del autor. Los artículos no deben exceder 500 palabras. No se publican colaboraciones que hayan aparecido en otros medios y La Prensase reserva el derecho de seleccionar, editar y publicar. No devolvemos el material. Fundado en 1980 Miembro de la Sociedad Interamericana de Prensa Presidente fundador Roberto Eisenmann Jr. Director emérito Guillermo Sánchez Borbón † Presidente Ejecutiva Annette Planells Directora Editorial Rita Vásquez Gerente Comercial Sudy S. de Chassin Esta es una publicación de Corporación La Prensa, S.A. ©. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción, sin la autorización escrita de su titular. ISSN 2953-3252: La Prensa ISSN L 1605-069X: prensa.com
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