4B LaPrensa Panamá, viernes 15 de septiembre de 2023 Vivir Tu opinión nos interesa [email protected] MÚSICA Premio ‘Billboard’ para Karol G La cantante urbana colombiana Karol G recibirá el galardón Billboard Espíritu de Esperanza en los Premios Billboard de la Música Latina 2023, que se entregarán el próximo 5 de octubre. El premio es “porsu talento e impacto en el empoderamiento femenino"según un comunicado la organización. ADEMÁS NASA crea nuevo departamento para estudiar a los ovnis 5B Los 400 años de Versalles La antigua residencia real y palacio imperial es "una especie de resumen de la gran historia de Francia" explicó a EFE el director del museo, Laurent Salomé. PATRIMONIO EFE. VERSALLES, FRANCIA El palacio de Versalles, residencia real e imperial y ahora museo y escenario de grandes eventos, ha renovado su galería de la historia para mostrarse mejor al público con motivo de su 400 aniversario y de cara a los Juegos Olímpicos de 2024. Un total de siete millones de visitantes cruzaron en 2022 la famosa reja dorada que da entrada al sitio real, que consta de un gran palacio y un enorme conjunto de estanques, jardines, bosques y palacetes secundarios. La nueva galería, junto con una serie de obras de restauración que tienen lugar desde hace algunos años, busca dar brillo a este enorme y veterano conjunto, no solo por un aniversario que vive entre andamios sino por los Juegos Olímpicos de París del año próximo. A través de diez salas y apoyada en más de 120 obras de arte, elementos decorativos o explicaciones audiovisuales, la nueva Galería de la historia resume y explica a los visitantes el ajetreado periplo de este monumento. Versalles es "una especie de resumen de la gran historia de Francia", explicó a EFE el director del museo, Laurent Salomé, tras la presentación a la prensa de la galería. Del modesto pabellón de caza que comenzó a construirse en 1623 por orden del rey Luis XIII, Versalles pasó a ser un suntuoso palacio que mostró lo mejor de las artes y la cultura de Francia con su hijo, Luis XIV, llamado en francia "el rey sol", que estableció allí su corte y la llenó de sabios y artistas. Luis XV y Luis XVI continuaron con las obras de expansión, a veces demoliendo elementos previos. Luego llegó la Revolución Francesa, durante la cual Versalles fue vaciado de obras de arte y mobiliario. Las obras de arte fueron al Louvre y el mobiliario subastado para obtener fondos para el depauperado nuevo régimen. Tras el período de Napoleón y el de la restauración monárquica, en los que apenas sufrió cambios, en 1837 Versalles fue abierto como museo nacional durante el reinado de Luis Felipe I. Después vivió acontecimientos históricos como la proclamación del Reich alemán en 1871 en la famosa Galería de los Espejos, con el káiser Guillermo I, la negociación y firma del Tratado de Versalles que puso final a la I Guerra Mundial, o grandes visitas de Estado, como la del rey Carlos III de Inglaterra la próxima semana. Con los ojos del siglo XXI, el significado de Versalles no es "la demostración de la grandeza pasada de Francia, no es solo una demostración de poder", consideró Salomé. "Es antes que nada un lugar, una suerte de microcosmos que da testimonio de la aventura humana y de la ambición intelectual del hombre", completó. A pesar de estar en medio del año del cuarto centenario, Versalles sigue inmerso en obras: la "verja de honor", que da entrada al conjunto, está cubierta porque está siendo restaurada, y un andamio se levanta junto a una de las alas laterales. Todo ello después de que durante los últimos dos años el esfuerzo restaurador, además de en algunas salas, se haya centrado en las estatuas de las principales fuentes, como la del aparador de agua del Gran Trianón y la del carro de Apolo, concluidas hace pocos meses. Salomé reconoce que, en un conjunto con más de 63,000 metros cuadrados construidos hace siglos, junto a 815 hectáreas de jardines, bosques y parques, es prácticamente imposible no estar realizando trabajos de renovación o restauración. "Puede que durante algún tiempo estemos sin obras. No es solo por el 400 aniversario, sino que dentro de poco tenemos los Juegos Olímpicos de París de 2024 y las pruebas de equitación tendrán lugar en el parque", explicó el experto. Versalles es el tercer sitio turístico más frecuentado de Francia, solo superado por Disneyland París y el Louvre, y sus responsables quieren que muestre todo su esplendor ante la avalancha de visitantes que se prevé para el año próximo. "Nuestro objetivo es tener un palacio tan hermoso como sea posible para el verano de 2024. Por eso hemos hecho mucho. Pero hay que recordar que desde Luis XIV se trabaja continuamente. Si se paran las obras, el castillo se desmorona", advirtió su director. El Salón de los Espejos en el interior del Palacio de Versalles, durante una visita de prensa con motivo de su aniversario. EFE La nueva Miss Panamá La representante de la provincia de Los Santos, Natasha Vargas, una modelo de 26 años de edad, fue coronada como Miss Panamá 2023 y será quien represente al país en la próxima edición de Miss Universo. Vargas Moreno, segunda princesa del Carnaval Capitalino en el año 2017, compitió con 15 candidatas durante la final celebrada en el centro de convenciones Atlapael pasado 13 de septiembre. Elysée Fernández Omar Fonollosa: ‘Los niños no ven féretros’ Pedro Crenes Castro [email protected] El tiempo es solo una sensación, apenas un picor en el brazo bronceado de la juventud en pleno verano, cuando los días se alargan eternos. Parece entonces una provocación que alguien tan rabiosamente joven mire hacia atrás con una sabiduría súbita, como si se tratara de un caer en la cuenta antes de tiempo, pero con un fondo de ritmo, imagen y precisión verbal que da cuenta del poso de lecturas que han impactado su mirada. Omar Fonollosa (Zaragoza, 2000), da cuenta de la marcha del tiempo y levanta un inventario de lo que ahora es memoria, nostalgia y sustento. Los niños no ven féretros, Premio de Poesía Hiperión 2022, me llamó la atención por una mezcla de elementos extraliterarios: el nombre de su autor (Omar) y la palabra «féretro», que trajo a mi mente una imagen de la infancia: el féretro del General Omar Torrijos. ¿Los niños no ven féretros? Tenía ocho años, lo vi, y me intrigó la belleza del título de un libro que ha resultado iluminador, lleno de hallazgos y desafíos al tiempo y a la vida. Después de los epígrafes que acordonan la mirada, entramos en la primera parte, Recuerdos como losas, en la que el poeta apunta en Conversación , lo que será el camino de reencuentro coneltiempoido,conelniño que se fue, con la rutina de ser adulto: «Qué entereza tendré que aparentar/cuando le cuente que el adulto de hoy/no es más que una armadura/que lo protege del resto de adultos/con armadura». Pero, en ese camino, hay tiempo para la amistad, para el homenaje a la madre, al padre, y hasta hay tiempo para viajar a Hamelín, en un poema breve, Melodía , de una sabia nostalgia: «Si tuviera ocasión/ deacercarmealflautistade Hamelín/le daría una bolsa llena de oro/si me dijera dónde/llevó/al niño/aquel». Y el desafío elocuente del poema Los niños no ven féretros,dota de un significado existencial que reinterpreta lo vivido. Hay una equilibrada sobriedad en los poemas de amor de la segunda parte, Aquellos besos míos, donde el poeta habla de Elamoralos veinte, como si de una postal lejana se tratara. Calibra la experiencia de tal modo que puede decir, desde lo vivido y la súbita sabiduría que «El amor a los veinte tiene esas consecuencias»: hay una mirada que ha madurado por el encuentro mismo con la poesía, con las lecturas que permean la propia vida y que dejan sus huellas en el poemario en forma de epígrafes. Omar Fonollosa, lleno de poesía, escribe la suya, transformando su mirada nutrida en un camino por el cual nos invita a seguirle. Posibles epitafios, son diez poemas brevísimos, diez posibles maneras de glosar una vida. El VII, dice: «¡Cuida y protege/el oro de la infancia:/esta memoria!», como un desafío, casi un deber. Y de allí, con la conciencia de la muerte, llegamos a No volveré a ser joven (Gil de Biedma), cuyos poemas nos ponen ante lo irremediable: el paso del tiempo (Agua pasada), el deterioro del cuerpo (Solo-Edad, elocuente, preciso), la nostalgia (La nave del tiempo). El poeta señala, en Salvo de esta manera, lo que puede ser la única forma de retener lo que se fue: «El arte es el motor/que conserva el ingenio deslumbrante/de la infancia». El poemario cierra con una sección de un solo poema (Bildungsroman) Expongo aquímiqueja, donde el poeta pide la hoja de reclamaciones: el tiempo vuela, alguien tiene que parar esto («El tiempo se impacienta/Exijo la hoja de reclamaciones»), y entonces nos damos cuenta de que lo que ha hecho el autor es buscar que hagamos las paces con la memoria, que saboreemos el paso del tiempo que reclamamos, que recuperemos el arte de leer y escribir para que la memoria no nos falle ante la caducidad de la existencia. Omar Fonollosa tiene una capacidad natural para hacer asible lo que se escapa, para fijar en imágenes bien resueltas el profundo desasosiego que produce la verdad del paso de la vida. Ante tanta poesía cursi y facilona, superficial, nos encontramos con un libro de una serena hondura, que nos devuelve a la esperanza fugaz de detener el tiempo entre los versos de un poema. EL AUTOR es escritor
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