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7A LaPrensa Panamá, lunes 3 de julio de 2023 Opinión Los artículos de opinión y las caricaturas son responsabilidad exclusiva de los autores. La opinión deLa Prensase expresa únicamente en el Hoy por Hoy. [email protected] Las colaboraciones para la sección de Opinión deben incluir la identificación del autor. Los artículos no deben exceder 500 palabras. No se publican colaboraciones que hayan aparecido en otros medios y La Prensase reserva el derecho de seleccionar, editar y publicar. No devolvemos el material. La petición de los fabricantes de velas y su relevancia en la sociedad panameña del siglo XXI Economía Diego Antonio Castillo Barahona [email protected] La obra La petición de los fabricantes de velasdel economista y filósofo francés Frédéric Bastiat, escrita en el siglo XIX, sigue siendo relevante para la sociedad panameña actual. A través de su sátira y crítica a las políticas proteccionistas, Bastiat nos invita a reflexionar sobre el libre mercado y la importancia de eliminar las barreras que obstaculizan el desarrollo económico y social. En La petición de los fabricantes de velas, Bastiat expone las falacias de las políticas proteccionistas y las consecuencias negativas que pueden tener para la sociedad. En la sociedad panameña actual existen situaciones que reflejan los mismos desafíos y debates relacionados con el comercio y la protección de ciertos sectores económicos. Un ejemplo de esto es la industria agrícola en Panamá. En ocasiones se ha buscado implementar políticas proteccionistas para favorecer la producción local, lo cual puede parecer una medida beneficiosa para los agricultores. Sin embargo, la obra de Bastiat nos invita a considerar los efectos no vistos de estas políticas. Al proteger exclusivamente la producción nacional, se pueden generar desabastecimiento y altos costos para los consumidores, así como limitar las oportunidades de desarrollo para otros sectores económicos. Otro tema relevante para la economía panameña actual es el comercio internacional y las negociaciones de tratados de libre comercio. La obra de Bastiat nos recuerda la importancia de promover el libre intercambio de bienes y servicios como motor de desarrollo económico. Panamá, con su posición geográfica estratégica y el Canal de Panamá como punto de conexión, se beneficia enormemente del comercio internacional. La apertura económica y la eliminación de barreras comerciales pueden permitir un mayor flujo de inversiones, la entrada de nuevas tecnologías y la diversificación económica. Asimismo, La petición de los fabricantes de velasnos incita a pensar sobre los privilegios y los intereses especiales presentes en la sociedad panameña. En muchos casos, los grupos de poder y los lobbieseconómicos pueden buscar proteger sus intereses particulares, en detrimento del bienestar general. Es fundamental fomentar la transparencia y la equidad en la toma de decisiones, asegurando que las políticas económicas sean diseñadas para el beneficio de todos los ciudadanos. En el ámbito político, la obra de Bastiat también tiene aplicaciones dignas de considerar en la sociedad panameña. Nos invita a cuestionar las medidas proteccionistas y las regulaciones excesivas que pueden entorpecer la iniciativa privada y la creación de empresas. La promoción de un entorno favorable para los emprendedores y la simplificación de trámites burocráticos son elementos clave para estimular el crecimiento económico y la generación de empleo en Panamá. La obra La petición de los fabricantes de velas, de Frédéric Bastiat, a pesar de haber sido escrita hace más de un siglo, sigue siendo relevante en la sociedad panameña actual. En un contexto globalizado, en el que el comercio internacional y la competitividad son fundamentales, Panamá puede beneficiarse enormemente de aplicar las lecciones y los principios expuestos en esta obra. Al promover la apertura económica, el fomento del emprendimiento y la búsqueda del bienestar general, Panamá podrá avanzar hacia un futuro próspero y sostenible para todos sus ciudadanos. La obra de Frédéric Bastiat [La petición de los fabricantes de velas] nos recuerda la importancia de promover el libre intercambio de bienes y servicios como motor de desarrollo económico. EL AUTOR El autor es estudiante de Derecho y Ciencias Políticas y participante del X Congreso Anual Justo Arosemena de la Fundación Libertad El nefasto ‘proteccionismo’ a lo interno de las cárceles Resocialización fracasada Jaime Cheng Peñalba [email protected] Con el paso del tiempo, muchos funcionarios que laboran a lo interno de las cárceles en Panamá tienden a identificarse con la situación de los privados de libertad y se olvidan por completo de las causas que llevaron a los reos a estar en proceso de detención. Algo muy parecido al conocido “S í ndrome de Estocolmo”, en el que las víctimas se identifican con los victimarios llegando,incluso, a establecer vínculos afectivos con ellos. Si algo caracteriza a los infractores de la ley es el hecho de que manejan muy bien el arte de la “manipulación”y estudian al detalle alguna debilidad que puedan presentar los que están a cargo de los centros penitenciarios. Los encargados de las “esc uelas”por ejemplo, envían de forma inmediata a dar clases a todos los que van ingresando a las cárceles de menores sin hacer un estudio detallado de cada situación en particular. En las cárceles de Estados Unidos y Canadá, por ejemplo, ingresan para estudiar solo aquellos que hicieron mérito para acceder a la escuela o la universidad. En el Centro de Cumplimiento de Pacora, por ejemplo, donde he laborado por varios años, no se hace una clasificación por perfil delictivo a los que ingresan a la escuela. Esto ha ocasionado un sinnúmero de peleas y agresiones dentro del área de formación escolar que ha puesto en peligro la seguridad del personal docente y de los custodios. Es bien sabido que en los centros penitenciarios, a mayor hacinamiento,mayor es el nivel de ansiedad y agresión. Los problemas que los menores infractores traen de arrastre de las calles y barrios los tratan de resolver a lo interno de las cárceles. Y nos estamos refiriendo a “guerras ”entre bandas que tienen un conteo de muchos muertos. De manera “nociva ”, muchos jueces que tienen a su cargo los casos de menores de edad le hacen más caso a lo que estos les informan que a los propios adultos y profesionales que laboran en los centros en mención. Todo se vuelve un “rosario”de citas que hablan de los derechos del menor y los privados de libertad en detrimento de los derechos a terceros. La manera cómo muchos funcionarios de la ley interpretan los derechos humanos del detenido hacen más mal que bien, puesto que no se toman en cuenta los “perfiles delictivos”en los cuales, la extorsión, el chantaje y la manipulación están presentes a la hora en que los privados de libertad quieren hacer valer sus derechos. Es un hecho que en muchos países llamados “desarrollados”y que están más adelantados que nosotros en materia de derechos humanos y penalización, los menores de edad, cuando cometen un crimen con alevosía, son custodiados primero en un centro para menores, pero luego son juzgados como adultos, llegando, incluso, a ser condenados a cadena perpetua. Todo esto se lleva cabo luego de un análisis psicológico y sociológico del detenido, en el que se pone en la balanza el nivel de raciocinio y la capacidad para discernir entre el bien y el mal. Aquí en Panamá, lo máximo que estipula la Ley para condena en caso de menores que cometieron homicidio son doce años. No obstante, si dichos menores asisten a la escuela y toman cursos de diversa índole, entonces su sentencia se reduce a la mitad, es decir seis años o quizá menos. Y una vez el menor se encuentra dentro de su entorno, inmediatamente se conecta con el mundo que ha aprendido desde muy pequeño: delinq u i r. Nos referimos a tipos de “familias de infractores”, en las que casi todos o están en la cárcel o están saliendo para tomar unas “breves vacaciones”y luego ingresar otra vez en los centros penitenciarios. La cantidad de menores de edad que vuelven a delinquir es asombrosa. Es posible que sea mucho más del cincuenta por ciento los que ingresan a cárceles para adultos y que pasan casi toda su vida tras los barrotes y “c omiendo candado”, como ellos mismos dicen. Este panorama que se presenta desde hace décadas indica que el llamado proceso de resocialización en Panamá ha fracasado por múltiples factores, dentro de los cuales está, desde luego, la improvisación y la “politiquería”en asuntos que son sumamente graves. La cantidad de menores de edad que vuelven a delinquir es asombrosa. Es posible que sea mucho más del cincuenta por ciento los que ingresan a cárceles para adultos y que pasan casi toda su vida tras los barrotes y “comiendo candado”como ellos mismos dicen. EL AUTOR es sociológo y docente panameño Todo cambia en un segundo Responsabilidad José M González [email protected] En un segundo, todo puede cambiar. Vas a una caminata al causeway, a pasar un buen rato, a hacer algo de ejercicio también, como quizás lo hacen miles de personas en cualquier tarde de domingo. El causewaytiene aceras anchas, bicolor, señalizada para peatones un color, y para cualquier vehículo que comparte la acera, otro. Esta norma en las aceras poco se cumple, ya sea por ignorancia o el ya sabemos poco apego a las normas que tenemos en este país. Comienzas tu recorrido por el BioMuseo. Ya vas bastante avanzado, entre isla Perico y Flamenco, siempre sobre la zona peatonal, a pesar de la gran cantidad de personas caminando o trotando y la circulación de vehículos de todo tipo que ahora se usan sobre la acera en el causeway. De pronto, te embiste un vehículo a motor, una especie de moto, con dos personas a bordo. Sientes un golpe seco a la altura del tobillo que logra levantar tus más de 110 kilos de peso, fracturándote con el impacto dos huesos en la zona del tobillo izquierdo y derribándote a la acera. De ese segundo en adelante, todo fue distinto. ¿Qué pasó? Es lo primero que te preguntas. Te ayudan a levantarte, y ves aquel vehículo enorme, que casi no deja espacio en la acera, sin ningún tipo de placa y con la única identificación de Burke Bikes y te preguntas, ¿cómo les permiten compartir circulación sobre el mismo espacio peatonal? El vehículo y quienes iban en él, aparentemente uno de 19 años y otro menor de edad, también cayeron al piso. Se levantan y solo te dijeron “disc ulpe”y se fueron. Comportamiento muy cívico demostraron. ¿Y ahora qué? No hay policías de Tránsito ni de ningún tipo por el área, y así, al menos, poner una denuncia. El dolor crece en toda la zona del tobillo. Afortunadamente, fuiste acompañado y te ayudan a tomar un taxi que te conduce hasta donde dejaste el auto y piensas, ¿quién se responsabiliza de todo esto? A pesar de lo mal que estás, vas a reclamar en Burke Bikes, en donde olímpicamente te dicen que “no nos hacemos responsables”. Insistes y esta vez logras que te digan que hace poco le retornaron un equipo golpeado, pagaron una multa y te dan un número de celular de la persona que alquiló el vehículo, que resultó ser de la progenitora del individuo. Ni modo, es mejor que tomes rumbo rápido a un hospital. Sigues con bastante suerte y con la póliza colectiva de donde laboras, puedes asistir a una clínica privada. Atención inmediata, hospitalización, cirugía, recuperación y dos meses después, aún no caminas sin muletas, pero ya pronto, si todo sigue mejorando, no será así. Escribo toda esta vivencia para dar a conocer una situación que para una persona con “menos suerte”que yo hubiese sido muchísimo más difícil de lidiar. Me sigo preguntando: ¿y si en lugar de a mí, ese vehículo hubiese embestido una persona más débil o mayor que yo o un niño o una mujer embarazada? ¿Y si hubiese tenido que ir a un hospital público, estaría aún en espera? ¿Cómo estaría? ¿Quién se hace responsable en estos casos? ¿El arrendador o el arrendatario? ¿Está realmente permitido que ese tipo de vehículos circulen sobre la misma zona que los peatones? Consulto las últimas normas sobre las nuevas formas de movilidad y no me responden ninguna de éstas ni otras interrogantes. Al final, es cierto que a cualquiera le cambia la vida en segundos, pero la diferencia está en que si realmente viviéramos en un Estado donde la seguridad ciudadana fuese prioridad, lo que solo sería “un mal momento en un domingo de paseo”se te puede convertir en una pesadilla que tú y tu familia, solos, tendrían que afrontar. EL AUTOR es un ciudadano Fundado en 1980 Miembro de la Sociedad Interamericana de Prensa Presidente fundador Roberto Eisenmann Jr. Director emérito Guillermo Sánchez Borbón † Presidente Diego Quijano Durán Directora Editorial Rita Vásquez Gerente General Juan Carlos Planells Gerente de Producción, Logística y Administración Basilio Fernández Gerente de Ventas y Comercial Sudy S. de Chassin Esta es una publicación de Corporación La Prensa, S.A. ©. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción, sin la autorización escrita de su titular. Jefe Editorial Mónica Palm Asesor de investigaciones periodísticas Rolando Rodríguez Editores Juan Luis Batista, Yolanda Sandoval, Eliana Morales, Aleida Samaniego ISSN 2953-3252: La Prensa ISSN L 1605-069X: prensa.com

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