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4A LaPrensa Panamá, miércoles 19 de agosto de 2020  Panorama El dramadedosmenoresde edadenunrefugiodeadultos La Secretaría de Niñez, Adolescencia y Familia envió a unos 11 niños, niñas y adolescentes al Hogar Vida Libre en el área de Las Garzas donde se rehabilita a adultos con adicción a las drogas. DERECHOSHUMANOS OhigginisArciaJaramillo [email protected] A ambos sus familias lesdieronlaespalday parecieraqueelEsta- do ha hecho lo mismo. Uno tiene 15 años y el otro 17; al más joven le llamaremosFe- lipeyal otroJuanCarlos, pa- ra salvaguardar sus identi- dades. Felipe fue dado en adop- ción cuando era un bebé y luego estuvo de albergue en albergue. Tiene un retardo mental que le impide desen- volverseconfacilidad,ydebe tomarmedicamentos. Juan Carlos fue abusado sexualmente a los 5 años y a los 10 años, debido a la vio- lencia que existia en su ho- gar, empezó a evadirse, al punto que terminó viviendo a la intemperiehastaque fue ingresadoenunalbergue. Debido a la pandemia por la Covid-19 los dos adoles- centes se encontraron en el Hogar Vida Libre –ubicado en el corregimiento de Las Garzas– que dirige el pastor Javier Walford. Es un refu- gio para adultos con proble- mas de pandillerismo, dro- gas, alcohol, y para personas quevivenenlascalles. La Secretaría Nacional de Niñez,AdolescenciayFami- lia(Senniaf)envióalosjóve- nes a este hogar estando al tanto de que no es un sitio aptoparaatenderamenores enriesgosocial.Así se lohizo saber en un principio Wal- fordy, recientemente, traba- jadores sociales, a las autori- dadesdelaSenniaf. Además de a Felipe y Juan Carlos, la Senniaf envió a otros 11 niños, niñas y ado- lescentes aestehogar. Enes- tos momentos todos siguen allí, con excepción de Juan Carlosquefueenviadoaotro sitioquenofueprecisado. Un informe al que tuvoac- ceso LaPrensa yquefueela- borado por trabajadores so- cialesdelaSenniafrevelasu- puesto acoso sexual a estos dos menores, por parte de uno de los adultos que se re- habilitaenelhogar. Lahistoria El pasado 16 de junio, cuando uno de los trabaja- dores sociales de la Senniaf Oenegés El pronunciamiento Aliados por laNiñez y la Adolescencia, un grupo de 35 oenegés, pidió que se in- vestigue demanera riguro- sa las graves denuncias sobre la posible vulnera- ción de derechos a la niñez. Además, exigió a laSen- niaf rendir un informe pú- blico sobre la labor del Co- mité deSupervisión yMo- nitoreo instaladomediante DecretoEjecutivo 26de 21 abril de 2009, en el que se dictan las normas para re- gular el funcionamiento de los albergues. El Hogar VidaLibre, en el corregimiento de LasGarzas, donde se rehabilita a adultos con adicción a las drogas. RobertoCisneros abordó a Juan Carlos para una evaluación de rutina, el joven le manifestó que en términos generales se en- contrabamuy bienenelHo- garVidaLibreyquelegusta- ba realizar su “tarea diaria asignadaqueescocinar”. Sin embargo, el adoles- centedenuncióqueunadul- to de nombre “Bolívar”, que tambiéncolaborabaenlaco- cina, lo quería estar “tocan- do o abrazando” y que inclu- sive le “insinuó de andar con él”,esdecir,sersupareja.Eso motivóquetuvieranunadis- cusión durante la cual le ha- bría dicho a “Bolívar” que él noerahomosexual. Desde ese hecho, relató JuanCarlosquesientequeel adulto “le acosa”, y donde es- tá sentado quiere estar a su lado. “ No es la primera vez que lohace, anteriormente lo hahecho,porloquehatenido conflicto con el señor ”, deta- llaelinforme. El menor de edad le hizo saber a la funcionaria de la Senniaf que “él está seguro de sí mismo y de su afinidad sexual”, yquedecontinuar el acoso,deseaquelo“cambien dealbergue”.Dehecho,yano estáenVidaLibre. En el caso de Felipe, dijo sentirse muy bien en el Ho- gar Vida Libre, pero dada la información proporcionada por sucompañeroJuanCar- los, la trabajadora social le preguntósiunadultodelho- gar lo estaba molestando o intentandotocarsucuerpo. Seleeenelinformequean- te la pregunta el chico “bajó lamirada y la cabeza”. Debi- do a esa reacción le explica- ron que si está pasando un incidente de acoso debe in- formar a su equipo técnico deadopciónparaayudarlo. También le hicieron saber al jovenquenadie ledebe to- car sucuerpo,muchomenos algúnadultodelhogardere- habilitación Vida Libre. Di- cho lo anterior, se le pregun- tó al adolescente si por ca- sualidadel tal “Bolívar” no le estaba molestando. Sus pa- labras textuales fueron: “me tocómipeneymiglúteo”. Ante esta respuesta, los trabajadores sociales insis- tieron y le consultaron a Fe- lipe si había puesto en cono- cimiento al encargado de la casa, o al pastor Walford, y expresó que no, porque qui- zásnoleibanacreer. Tras conocer ambas histo- rias el equipo técnico de adopciónemitióunaseriede observaciones. La primera fue solicitar a los dos adoles- centes informar de cual- quier incidente parecido, parapoder brindar atención o ayuda con tiempo. Tam- bién se pidió a los encarga- dosdelrefugiotomarlasme- didas para que “ningún adulto se acerque a los me- noresdeedad”. Una conclusión a la que se arribó es que Vida Libre no reúneelperfilpara losniños, niñas y adolescentes con si- tuaciones de abuso sexual, abandono o maltrato. “ Si el CentrodeRehabilitaciónVi- da Libre, tiene la visión de trabajarconlosniños,niñas y adolescentes, el hogar debe habilitarse solamente para los niños y adolescentes, no estar mezclado con adultos ”, advierteelinforme. Serecomiendarealizarsu- pervisión a Vida Libre, y ve- rificar si reúne lo señalado por el Protocolo para la pre- venciónyatencióndeniñosy adolescentessincuidadopa- rental acogidos en alber- gues.Esteprotocolodictalas reglasdecómodebenoperar losalberguesparalaniñez. Justificaciónysilencio Se consultó a Javier Wal- ford, administrador de Vida Libre, quien reconoció que hubo dos hechos con ambos adolescentes, pero que él no permite ese tipo de compor- tamientodentrodelsitio. “En un centro de rehabili- tación puede darse cual- quier cosa, pero como auto- ridadlogramoscontrolares- tos casos”, dijo el religioso y agregó que fueron los jóve- nes los que provocaron a los adultosenelsitio. Según Walford, luego de que acontecieron estos he- chosaJuanCarlosselolleva- ron los funcionarios de la Senniaf,mientrasqueFelipe siguedentrodeVidaLibre. Sobre cómo llegaron los adolescentes allí a pesar de queelrefugionoesaptopara atenderesapoblación, argu- mentó que cuando empezó la pandemia se le acercaron funcionarios de la Senniaf. “En vista que ellos no tenían dónde ubicarlos nosotros accedimos, pero ellos no le dan seguimiento. Yo con ga- nas y gusto que se los lleven, peronolohacen”,sostuvo. Además, dijo que cual- quier situación que ocurra con los menores de edad dentro de Vida Libre es la Senniaf laque tieneque salir al frente, ya que desde un principio les comunicaron quenorecibíanamenores. Se envió cuestionarios tanto a Sara Rodríguez, di- rectorade laSenniaf, comoa María Inés Castillo, titular delMinisteriodeDesarrollo Social(Mides),paraquedie- ranaconocercómoestánac- tuando frente a este caso y otrosocurridosenalbergues de Panamá y Veraguas. Del Midesnohuborespuesta. La Senniaf respondió que Vida Alegre tiene espacios separados para adultos y menores. “Desde la Senniaf nos encontramos trabajan- do para construir una oferta de servicios y centros espe- cializados que permita la atención de los y las adoles- centes que requieren trata- mientos de salud mental. Esta es una tarea que el país tiene pendiente desde hace muchos años”, comunicó la entidadque prefirió no refe- rirse al caso de Felipe y Juan Carlos. Rodríguez fue citadahoy a la AsambleaNacional por la Comisión de Gobierno y Justicia, para que responda poranomalíasenalbergues. ElDecretoEjecutivo26de 21deabrilde2009queregu- laeltemadelosalbergueses- tablece enel artículo5que la Senniaf debe comunicar a lasautoridades competentes las irregularidades que se detectenenelfuncionamien- to de los albergues. Igual- mente los obliga a propor- cionar a los albergues aseso- ría profesional en materia jurídica,psicológicaydetra- bajosocial. De lo anterior está al tanto Javier Córdoba, coordina- dor deprogramas deUnicef, quien señalóque les preocu- pan “profundamente” las si- tuaciones que vienen de- nunciándose sobremaltrato y abusos contra niños, niñas y adolescentes que se en- cuentran institucionaliza- dos.Alevezhizounllamado: “Confiamos en que las auto- ridades investigarán los he- chos y actuarán con celeri- dad para restituir los dere- chos de los niños, niñas y adolescentesafectados”. Al final del día, el Mides emitió un comunicado en el que señaló que ante las in- vestigaciones que adelantan las autoridades competen- tes por las situaciones ocu- rridas en algunos albergues quiere hacer del conoci- miento de la ciudadanía que “reprocha todo acto que atente contra los derechos individuales y colectivos” de los menores, y que “en estos momentos se está haciendo la revisión de la normativa que regula los Albergues y Casas Hogares en todo el país” para “fortalecer la ins- titucionalidad, tomar accio- nes” y “mejorar lascapacida- desdesupervisión”. “ El Estado está actuando como unmal padre en el cuidado de la población de niños, niñas y adolescen- tes del país. Hay que ga- rantizar su protección”. Rossana Uribe, miembro de la Aplafa. @revistak PASSPORT

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