Edicion_20200816

7B LaPrensa Panamá, 16 de agosto de 2020 Opinión Vivir Hacia laestaciónde Finlandia ‘To the Finland Station’ es un libro de ideas, que se lee como una ficción por la destreza y la imaginación con que está escrito, y la originalidad y la fuerza compulsiva de los caracteres que figuran en él y que, gracias al poder de síntesis y la prosa de EdmundWilson, se graban en la memoria del lector. Piedra de Toque MarioVargasLlosa [email protected] E dmundWilsonpublicódecenasdeli- bros, artículos, ensayos críticos, po- lémicas, un largo estudio sobre la li- teraturade laguerracivil deEstadosUni- dos, PatrioticGore, y susdiariospersona- les,bastantesicalípticos.Entodaesaobra extraordinaria destaca To the Finland Station , que lleva como subtítulo Un es- tudio sobre escribir y actuar en laHis- toria ,aparecidoen1940. Se trata de un libro absolutamente ac- tual, que se puede leer y releer como las grandesnovelas,yque,conlosañostrans- curridosdesde supublicación, haganado encanto y vigor, igual que las obrasmaes- trasliterarias. Su propósito es narrar, como lo haría unanovela, la idea socialista, desdequeel historiador francés Michelet descubrió a Vicoy sus tesisdeque lahistoriade las so- ciedadesnoteníanadadedivino,eraobra de los propios seres humanos, hasta que, dos siglos más tarde, una noche lluviosa, Lenin desembarca en la estación de Fi- nlandia, en San Petersburgo, para dirigir la Revolución rusa. Es un libro de ideas, queseleecomounaficciónporladestreza y la imaginación con que está escrito, y la originalidad y la fuerza compulsivade los caracteres que figuran en él –Renan, Tai- ne, Babeuf, Saint-Simon, Fourier, Owen, MarxyEngels,Bakunin,Lassalle,Leniny Trotski- que, gracias al poder de síntesis y laprosadeWilson,segrabanenlamemo- ria del lector como los personajes de Los Miserables , LoshermanosKaramasov o Guerraypaz . Se trata de una obra maestra que, por razones políticas, fue marginada, pese al altísimo valor que tienedesde el puntode vistaliterario. Laideasocialistaeslaideadeunparaíso sobre la tierra, deunasociedadsinpobres niricos,dondeunEstadogenerosoyrecto distribuiría lariqueza, lacultura, lasalud, el ocio y el trabajo a todo elmundo, según sus necesidades y su capacidad, y donde, por lomismo, no habría injusticias ni de- sigualdades y los seres humanos vivirían disfrutandodelasbuenascosasdelavida, empezando por la libertad. Esta utopía nunca sematerializó, pero ellamovilizó a millonesdepersonasalolargodelahisto- ria, yprodujohuelgas, asonadas y revolu- ciones, violencias y represiones indeci- bles, y, además, un puñado de personajes fascinantesquetrabajaronhastalalocura porencarnarlaenlarealidad. El resultado de esta odisea irrealizable fue que, en granmedida, gracias a las lu- chas que motivó, ella sirvió para corregir buenapartede las injusticias ferocesde la vieja sociedad, yparaque laclaseobreray sussindicatosrenovaranprofundamente la vida social, adquirieran derechos que antes se les negaban, y fueran transfor- mando la economía y las relaciones hu- manasdemaneraradical. Probablemente el hombre más odiado por Lenin fue Eduard Bernstein, el líder de los socialdemócratas alemanes, a quienacusabade “oportunismo” y “refor- mismo”, palabras terribles en la jerga marxista. ¿Porquéeseodio?PorqueBernstein,en efecto,pasóderevolucionarioareformis- ta, gracias a las concesiones que el pode- roso movimiento obrero alemán había ido arrancando a la burguesía: mejores salariosparalosobreros,colegiosyhospi- tales, niveles de vida que se confundían con los de la baja clase media, reconoci- miento y protección legal para los sindi- catos. En este entorno era un delirio seguir postulando la revolución total. Pero Ru- sia no era la Alemania socialdemócrata. Allí había un Zar y una policía que asesi- naban y torturaban amansalva y campos deconcentraciónenelPoloÁrtico,donde losrevolucionariospasabanmuchosaños si sobrevivían a la hambruna y al frío. Le- nin y la increíble Krúpskaya estuvieron detenidosallí. En este contexto, las tesis socialdemó- cratasdeBernsteinnoteníanrazóndeser, prevalecían las de Lenin: un partido de militantes revolucionariosqueexigía“to- do el poder” para hacer las reformas que cambiarían lasociedadrusade raízy, esto loañadoyo, crearía lasociedadtotalitaria másperfectadelahistoria. Esta es sólo una de las innumerables rupturasyenemistadesquelaluchaporla idea socialistageneró. Y, acaso, no sea tan luminosa y novelesca como la que separó aMarxyBakunin,oaMarxyLassalle. El anarquista Bakunin fue inmensa- mente popular; en las cárceles perdió los dientes y losmúsculos, pero no la convic- ción y caminando por media Europa di- vulgó –y le creyeron- su doctrina básica: que “la destrucción” era una idea funda- mentalmentecreativa. Otras páginas inolvidables en el libro estándedicadas a la extraordinaria amis- tadqueunióaMarxyaEngels;ladescrip- ciónquehaceEdmundWilsondelagene- rosidady la entregadeEngels aMarx y su familia, convencido de que éste cambia- ría la historia de la humanidad, es impe- recedera. Engels no sólo mantiene a los Marx por largos años; llega a escribir las crónicas para el periódico norteamerica- no que contrató a Marx como colabora- dor. Es imposible, leyendo este capítulo, no sentir por Engels lamisma simpatía y reconocer su discreto heroísmo, como haceEdmundWilsonenpáginasconmo- vedoras.Engelsodiabaserempresarioen Manchesterysesacrificóvariosañosaese oficio, para que Marx pudiera escribir el primervolumende Elcapital . El segundo, fallecidoMarx, resultómás difícil de redactar, pese a que éste había dejadomuchasnotasyfragmentos.Inició la tarea el propio Engels, pero no pudo terminarla, abrumado por la enormidad de la empresa, y la concluyó, finalmente, KarlKautsky. Todos estos episodios tienen, enel libro de EdmundWilson, color, gracia, la con- viccióndequedetrásdeesososcurosymi- núsculosacontecimientossedabanpasos decisivosparalatransformacióndelahis- toria humana. No era exactamente así, pero en el libro lo es, y uno de sus grandes méritosesconvencernosdeello. Almismo tiempo que creaban tipos ex- traordinarios, fuerzas de la naturaleza, comoelanarquistaBakuninyelsocialista Lassalle,lasluchassocialesibanrenovan- do Europa y los sindicatos y partidos po- líticos obreros transformaban la socie- dad,volviéndolamenosinjusta. Salvo Rusia, donde, sobre todo el Zar Alejandro III, no hizo nunca la menor concesión y prosiguió con la ferocidad de antaño la persecución de adversarios, moderadosointransigentes. De este modo cavó su propia tumba y embarcó a su país y al mundo en la aven- turamásruinosa.Todoestoocurreen Ha- cia laestacióndeFinlandia sinqueSta- lin adquiera todavía poder ni la revolu- ciónhayamostrado sucaramás horrible: la liquidación de los disidentes, reales o inventados.EnsusúltimaspáginasLenin y Trotski son amigos, se respetanmutua- mente, y esteúltimoacabadepublicarun ensayovibrante: 1905 . Trotski no tenía la convicción fanática de Lenin, ni estaba dispuesto a los más trágicos sacrificios para sacar adelante la revolución;eramáscultoymejorescritor. Pero las revoluciones no las hacen los hombres de cultura sino los revoluciona- riosyLeninlo fueencuerpoyalma, conla ayudadeKrúpskaya, exigiendoa losmili- tantesquenoolvidaranunsoloinstantela idea de la revolución y estuvieran dis- puestos a hacer por ella todos los sacrifi- cios. El libro da cuenta de las teorías encon- tradas, las rivalidades y enemistades, las vanidades en juego, las intrigas y pelleje- ríasqueregulabanlavidadeesosgrandes hombres, y, al mismo tiempo, cómo, tra- bajando por la justicia, se iban cuajando las futuras injusticias. Ese equilibriodifí- cil entre tipos humanos y conductores de masas Edmund Wilson lo resuelve de manera soberbia, destacando, por ejem- plo, en el caso deMarx, la miserable vida queélysufamiliallevaronviviendoendos cuartitos de Soho y la fantástica transfor- mación social de la que aquél tenía la ab- solutaconviccióndeserportaestandarte. Hubo una antigua edición de Hacia la estación de Finlandia en español, que pasó casi desapercibida. Ahora, en una traducción perfeccionada, Debate la edi- ta de nuevo. Preparémonos a recibir dig- namenteestaobraexcepcional. “La idea socialista es la idea de un paraíso sobre la tierra, de una sociedad sin pobres ni ricos, donde un Estado generoso y recto distribuiría la riqueza, la cultura, la salud, el ocio y el trabajo a todo el mundo, según sus necesidades y su capacidad (...) Esta utopía nunca sematerializó...”. La idea socialistamovilizó amillones de personas a lo largo de la historia, y produjo huel- gas, asonadas y revoluciones, violencias y represiones indecibles. iStock Efeméride inquietante La última palabra Rafael Candanedo [email protected] P edroAriasdeÁvila (Pedrarias)esunge- neraldelaCorteespa- ñola.ElreyCarlosVloman- da,contodalapompaypo- deres,aCastilladelOro.A dirigirlaoperacióncoloni- zadoraennuestrapatria.Se desarrolla,deinmediato, unarivalidadconBalboa, quienhabíallegadounos añosantesdepolizonte,en unnavío,desdeCuba.Pe- drariasordenadecapitarlo el15deenerode1519enel pobladodarienitadeAcla. Sietemesesdespuésdeha- berordenadoelfusilamien- todeBalboa,Pedrariascrea NuestraSeñoradelaAsun- cióndePanamá,enlavilla depescadoreshoybautiza- dacomoPanamálaVieja. Eselprimerasentamiento europeoaorillasdelPacífi- co,océanoalquecaciques habíanllevadoaBalboaa avistarseisañosantes.Has- talaisladeSanMiguel,pró- ximaaContadora. Losprimerosamarresfrau- dulentosseprotagonizan conBalboa.Loscaciqueslo apadrinan.Cuandocorres- ponde,Balboalosacaba.Se implantalaleydelazana- horia. Enhonoraaquellaepopeya yalaciudadfundadapor Pedrarias,seinaugurael Canalel15deagostode 1914,enelalbadelaPrime- raGuerraMundial.Hace 106años. El primerbarcoque tran- sitadeunoaotroocéano por lavíaes el vaporSan Cristóbal, idénticoalAn- cón, el de laprimera trave- síaoficial, que reúne sobre todoagringos, y también el presidentePorras, acompañadodeministros yotrosasistentes. ElnombreAncónsurgedel atracaderoquehabíaenel áreaadyacentealestadio Maracaná,enElChorrillo. Atodoempiezaallamársele así,inclusoalcerro,ylapa- labraquedainmortalizada enelpoemadeAmeliaDe- nisdeIcaza,presagiodelas nochesamargasdelapre- senciagringa. Lospanameños, engene- ral, noparticipanen la construccióndelCanal. Y creada laZonadelCanal, conunrégimenautocráti- cooficial ymilitar, nose in- volucranenesanuevadi- námica.Trabajosdomés- ticos sonrealizadospor va- ronesde laetniagunay descendientesdeafrocari- beñosque sehabíanunido a lamanodeobraque construyó lavía. Esapresenciagringapara operarelCanalylasbases militaresqueestablecieron distancianaesaáreade10 millasyalrestodelpaís.Esa distanciaseachicadeforma progresivaconlapuestaen marchadelplandedescolo- nizacióniniciadoen1979, pactadoporambasnacio- nes. Lastropasgringasconclu- yensuestadíaenPanamá tresmesesantesdelaentre- gadelCanal,el31dedi- ciembrede1999almedio- día.Enformaespontánea, muchagenteparticipade esemomentomágico.No puedecreersequeaquello acontezca.Todosseabra- zan.Protagonicéesaemo- ción,aplenosoldemedio- día. Eneseespacio,lacomuni- daddeBalboa,sehabíali- bradoelgestomáscrucial delanacionalidad:lamar- chadelInstitutoNacional del9deenerode1964para izarelpabellónnacionalen elBalboaHighSchool,hoy CentroAscanioAroseme- na. Alresultarfrustradalaini- ciativa,empiezanlaspro- testas,sobretodoenlaAve- nida4deJulio(hoyAvenida delosMártires).Comore- sultadodelaagresióndeti- radoresgringos,dePanamá fallecen23personas,inclu- sosdosnenas,yresultan 500heridos. Enunaacción inusual, el Gobiernodel presidente Chiari rompe relaciones diplomáticas conEstados Unidos.Tresmesesdura esasituación.Estados Unidosalegaqueuncon- venioanterior lepermitía actuar conarmas enPana- máyquehabíasidoprovo- cadopor lospanameños. Seabreel compásparauna negociación, quedemoró 13años. EL AUTOR es periodista, docente y filólogo

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