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MASCOTAS 24 11.04.2025 ENTRE NOS ELLAS SUKI Y LULÚ Mientras escribo este artículo Caperuzo y Peny rondan la mesa. Retozan una junto al otro, cosa imposible hace un mes cuando se vieron por primera vez. Por seis años Caperuzo vivió solo, y ahora hemos visto cuánta falta le hacía una compañera. Con ninguna de estas llegadas fui la más entusiasta. Pero creo que estos gatos llegaron por una razón, nos ofrecen alegría y ternura, cuando no están rascando los muebles. En honor a mis compañeros felinos, entrevisté a tres personas para escucharles sobre su vida de gatos. “HE TENIDO VARIAS GATAS Y CREO QUE UN SOLO GATO. Ahora tengo a Suki y Lulú rescatadas al mismo tiempo. Las traje a casa un 31 de octubre, digo que son unas gatas brujitas. Una de ellas es atigrada, gris. La otra es una gata ‘cálico’: chocolate, gris, plata… y le encanta comer. Yo tengo mi oficina en casa. Lulú pasa casi todo el día conmigo. Tiene su silla al lado de la mía, y se sienta ahí tranquilita mientras yo escribo o leo. Pero apenas empiezo una reunión por Zoom, empieza a tocarme y a rondar la computadora, como si pensara que estoy hablando con ella. En mi apartamento tengo unas ventanas corredizas de vidrio, y por fuera les puse una malla, así que cuando las abro queda un espacio donde pueden sentarse. A Suki le encanta acechar a las palomas en la tarde, haciendo ruidos como si las fuera a cazar. por: Roxana Muñoz fotos: Cortesía Tres mujeres comparten sus historias con estos nobles compañeros a veces incomprendidos. VIDA DE GATOS Las dos son un poquito nerviosas, sobre todo cuando llega alguien a la casa. Apenas tocan el timbre, Suki corre a esconderse. Una vez los técnicos del aire se llevaron tremendo susto al ver un bulto debajo de la cama moviéndose. Sí, era Suki. Duermen fuera de mi recámara, pero a las 6 de la mañana, o apenas entra un rayo de sol, Lulú me toca la puerta. Entonces abro, se acuesta, y duermo un rato más. A las 7:30, cuando me despierto de verdad, Suki está ya en la cama esperando que la rasque y le haga cariñitos. Cuando me diagnosticaron con cáncer pasé muchas horas en cama y ellas me hicieron mucha compañía se acurrucaban cerquita. El tener que atenderlas y sus rutinas me dieron otra cosa en qué pensar. Son super apegadas a mí”. AMALIA AGUILAR, PERIODISTA Las cajas son sus preferidas.

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