25 13.12.2024 ELLAS.pa La esposa del presidente nos recibió en el Palacio Presidencial, donde tiene su oficina. Tranquila y amable, conversó sobre cómo ha cambiado sus días y los planes que tiene desde el Despacho de la Primera Dama. ¿Qué significa para usted ser primera dama de Panamá? La verdad es que no pensé que iba a estar aquí. Ser primera dama ha sido un reto y una satisfacción enorme. Es un privilegio poder ayudar a quienes más lo necesitan. El despacho permite visibilizar y atender problemas que muchas veces no se ven desde otros espacios. ¿Qué ha disfrutado más y cuáles han sido los mayores desafíos? Lo que más disfruto es ver la sonrisa de las personas, especialmente de los niños. Llegar a un lugar para entregar ayuda y recibir el aprecio y el apoyo de la gente es muy gratificante. En las recientes inundaciones, de noviembre, el despacho se movilizó para llevar ayuda y panameños de diferentes religiones se unieron. Un niño nos entregó cinco dólares de sus ahorros para ayudar. Eso es motivador. Uno de los mayores desafíos ha sido gestionar recursos. Nuestro despacho no cuenta con un presupuesto significativo, y dependemos de donaciones y alianzas con la empresa privada. ¿Cómo ha manejado el cambio personal que implica llevar ahora una agenda tan demand a nte? Al trabajar hay que disfrutar, eso se lo digo a mi equipo: “No se estresen, si algo sale bien, buenísimo, y si no, no pasa nada”. Ayudar es lo que más me gusta. Creo que esa actitud positiva es clave para manejar una agenda ocupada. Además, cuento con el apoyo de mis hijos, quienes también están muy involucrados en los proyectos sociales que impulsamos desde el despacho. ¿Hay algún comentario o anécdota de sus hijos o nietos que la haya marcado desde que asumió este rol? Mi nieta Sofía, que es pequeña, me hizo reír mucho con un comentario lleno de inocencia. Alguien le preguntó: “¿Sabes quién es tu abuela?”. Ella respondió que era yo. Pero cuando le dijeron que su abuela es la primera dama, respondió rápidamente: “¿Entonces quién soy yo? ¿La primera nieta?”. ’LO QUE MÁS DISFRUTO ES VER LA SONRISA DE LAS PERSONAS, ESPECIALMENTE DE LOS NIÑOS. LLEGAR A UN LUGAR PARA ENTREGAR AYUDA Y RECIBIR EL APRECIO DE LA GENTE ES MUY GRATIFICANTE ’ Maricel con sus nietos (Samuel, Camila Mar, Sofía e Isabella); y su perrito Pío. Su nieta Sofía, la mayor, tiene seis años.
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