21 25.10.2024 ELLAS.pa Soy una persona bastante reservada, así que las primeras llamadas las hice a mi familia. Había ido sola a recoger el resultado de la biopsia y el doctor me dijo: “Busca un oncólogo”. Me sentí perdida, ya que nadie en mi familia había recibido este tipo de diagnóstico. Entonces recordé a una amiga que había padecido cáncer de mama el año anterior. La llamé, y ella me orientó sobre los pasos a seguir: oncólogos, cirujanos, radiólogos. También contactó a mis hijos y les brindó información valiosa. Durante las primeras semanas, aunque iba a trabajar, no tenía deseos de hablar con nadie. Solo mi esposo y mis hijos. Mi fe fue mi sustento y me ayudó a aceptar lo que estaba enfrentando. PERFIL: María Elena Jurado es abogada de su propia firma, timonel del equipo de bote dragón DragonHeart, esposa, madre de dos varones y abuela de Analía Valentina. Maruquel Saso: ‘Que a mi hijo le llevaran el almuerzo fue un alivio’ Cuando me diagnosticaron solo lo supo mi esposo. Mis dos hijos grandes estaban afuera y él más chico en la escuela secundaria. Esperé que los grandes regresaran a Panamá para el Día de la Madre y se los conté, después de eso iba a entrar a cirugía. Mi esposo es doctor y me apoyó mucho. Amistades lo acompañaron a él mientras me estaban operando. Eso fue muy importante. En ese entonces mi hermano tenía problemas de salud mental y no le podía contar por lo que estaba pasando para no afectarlo. Mis primas estuvieron para mí. Considero que fui bastante abierta comunicando lo que estaba pasando. Seguí asistiendo a mi trabajo entre los tratamientos y fueron muy comprensivos conmigo. Una vecina se ofreció a encargarse del almuerzo de mi hijo, saber que mi hijo tendría siempre su almuerzo fue un gran alivio. Otras amigas también se ofrecieron a llevarlo a diferentes actividades, me dijeron: ‘nosotras lo adoptamos’ y para donde iban sus hijos lo llevaban. Antes de pasar por la radioterapita una persona se ofreció a contarme su experiencia. Eso me ayudó y también me hizo pensar en cómo yo más adelante podría ayudar a otras personas. En el equipo de remo de botes dragón de sobrevivientes de cáncer también encontré esa hermandad para hablar del tema y ayudarnos. ‘Para mí fue importante que quienes me apoyaran lo hicieran escuchando lo que yo necesitaba compartir, sin llenar el espacio con información innecesaria’. Podemos apoyar a una persona que recibe un diagnóstico de cáncer siendo prudentes, escuchando lo que la persona quiere compartir, sin emitir comentarios de lo que hemos encontrado en Google acerca de los síntomas o los efectos secundarios. En mi caso, no vomité con el tratamiento, aunque sí tuve náuseas. Pero después de cada quimioterapia, me sentía activa. Lo más valioso fueron las oraciones y palabras de ánimo que recibía. Mis familiares y amigas me recordaban diariamente que era fuerte, que me amaban, que estaban orando por mí. Cuando finalicé mi tratamiento, el médico me recomendó hacer ejercicio y comer de manera saludable. Después de algunos meses, me invitaron a practicar bote dragón, el remo ayuda a fortalecer la masa muscular y prevenir el linfedema. En este deporte encontré apoyo emocional, compañerismo y muchas alegrías. ‘Una vecina se ofreció a encargarse del almuerzo de mi hijo y unas amigas se encargaban de llevarlo a sus actividades’. PERFIL: Maruquel Sasso de Kahn es directora ejecutiva de FundAyuda. Sobreviviente de cáncer de mama y colon. Es miembro del del equipo de bote dragón DragonHeart. María Elena: ‘Sin Google, por favor’
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