20 27.09.2024 Recuerdo otra anécdota divertida: “La vaca que casi atropella el tuk-tuk". El 2 de febrero de 2024, mientras me dirigía al gimnasio a las 6:00 a.m., una densa neblina hizo que un tuk-tuk frenara de repente al encontrarse con una enorme vaca blanca que apareció de la nada. Los bovinos son sagrados y su presencia en las calles es común, generando tráfico inesperado. La gente las alimenta y les rinde veneración, lo que refleja un profundo respeto por las tradiciones. La espiritualidad en Bharat se manifiesta a través de la intuición, que describo como una “intuición refinada”, permitiendo una conexión única con lo divino en lo cotidiano. Este es un país habitado por personas valientes que, a pesar de las adversidades y limitaciones políticas, avanzan con una sonrisa. Ser el país más poblado del mundo y luchar día a día por salarios modestos es un acto de verdadero coraje. Aquí, la resiliencia y la solidaridad florecen incluso en medio de la escasez. Esta tierra me ha enseñado a encontrar belleza en la simplicidad, ofreciendo un contraste profundo con la vida occidental. Asimismo, lo necesario de romper el molde, es decir, reconstruir desde el centro, desde la humildad y la conciencia del ser. SUSURROS DE CAMBIO: UN VIAJE DIPLOMÁTICO EN LA TIERRA DE COLORES Este destino es un vasto mosaico de culturas y sabores que me ha permitido explorar la esencia de la vida misma. Sabía que vivir en India sería un desafío, y pensé que, siendo diplomática, algunas cosas resultarían más sencillas... Pero el ser diplomática no te exime de ser humana, y mucho menos cuando no llevas el título de “embaja - d o ra”. Al contrario, te exige aún más. Tienes la responsabilidad de representar a tu país al más alto nivel, mientras enfrentas las complejidades del día a día en India, lo cual no es nada fácil. El verdadero reto no está solo en cumplir con tus obligaciones, sino en cuán abierta estés de mente y corazón para aceptar estos cambios tan radicales. Al tercer día de mi estadía en India, decidí mudarme lo antes posible. Tomé mi primer Uber para visitar algunas opciones, pero, cuando perdí la señal del móvil, me vi en la obligación de abordar mi primer “oto (tuk tuk) para llegar a mi siguiente destino, comenzando un viaje de casi dos horas. En un semáforo, dos Hijras se acercaron pidiendo dinero. Aunque el miedo me invadió, una de ellas notó mi tatuaje, lo elogió y, con una sonrisa, me bendijo, diciéndome que era hermosa y que mis ojos brillaban. En ese momento, experimenté una mezcla de alivio, compasión y miedo, y así fue como India me dio la bienvenida, con lágrimas de alegría y un profundo suspiro de alivio. Este destino es un vasto mosaico de culturas, colores y sabores que me ha permitido explorar la esencia de la vida misma. He caminado por lugares donde las personas buscan su último aliento y he recorrido antiguos palacios que susurran historias de un pasado glorioso. Vivir aquí me ha enseñado a desaprender, pues el sentido común occidental a menudo se desvanece ante la complejidad de esta tierra. Sin embargo, y a pesar de las diferencias, nuestros países comparten similitudes profundas como su rica diversidad étnica y su importancia geopolítica. Si hablamos de nuestras conexiones, existen demasiadas similitudes que nos conectan. Nuestras naciones manifiestan una colaboración activa en logística, biodiversidad y cultura. Panamá, con su ubicación estratégica, facilita el intercambio comercial, mientras que India aporta su rica biodiversidad y compromiso con la sostenibilidad. Juntos, adoptamos buenas prácticas que fortalecen nuestras relaciones diplomáticas. Los bazares de Old Delhi me recuerdan mi infancia en Panamá, donde también hay una significativa presencia india. Esta conexión histórica teje nuestras relaciones y respalda a una diáspora de 20 mil personas que enriquecen la cultura panameña. por: Anabella Chávez Prestán, segunda secretaria de CDyC, agregado comercial, cultural y educativo-Embajada de Panamá en India. EN FOCO ELLAS ENTRE NOS
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