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18 15.03.2024 ELLAS.pa EN FOCO por: Yesibel Bethancourt Quizá te sucedió como a mí, que recién salí del julepe de los gastos de fin de año cuando de pronto: ¡Zas! Me llegó de golpe un correo con la lista de los útiles y los textos escolares. Solo quedaba respirar, reponerse y con lista en mano aprovechar para abonar; y así, de a poquito, no sentir tanto el golpe. El asunto es que en menos de lo que canta un gallo, se van los festivales, las ferias, los paseos a la playa, los carnavales y estamos de vuelta en las aulas. Cuando tienes hijos pequeños, nietos, sobrinos o ahijados entras en un dilema porque en esta época donde se valora tanto la expeda viene una pataleta? ¿Dónde queda el cont ro l? Al conversar con otras mamitas del grupo de padres del colegio, intercambiamos ideas para que los chicos no estén tan pegados a las pantallas. Por ejemplo: limitar el uso de YouTube a solo YouTube kids. También, me hablaron de funciones en los televisores inteligentes que permiten que después de cierta hora, por ejemplo 8:30 p.m., no haya posibilidad de seguir viendo la aplicación. A finales del mes de febrero, una colega periodista abrió el debate porque la Unesco recomienda prohibir el uso de los celulares inteligentes en las aulas de clases para evitar que distraigan a los alumnos e interrumpan el proceso de aprendizaje. ¡Qué irónico! La recomendación del organismo internacional surge justo ahora, cuando la gamificación ha llegado para quedarse y gracias a herramientas como Kahoot se pueden hacer talleres o dictar clases más interactivas y dinámicas. Lo admito, en ocasiones opto por silenciar mi móvil para enfocarme en mis tareas y ser más productiva. Incluso, durante los fines de semana he empezado a desconectarme por un buen par de horas del celular y se siente genial. Entiendo que como padres y madres de familia cuesta encontrar el tiempo para llevar a los chiquillos al parque para que monten bicicleta, practiquen grounding (cone - xión a tierra) o simplemente contemplen el atardecer y tengan la posibilidad de disfrutar su niñez. Pero sabes algo: ¡Vale la pena! MAMÁ EN LA ERA PHYDIGITAL Hay que hacer malabares para encontrar el balance entre el mundo físico y digital. Ambos importantes. riencia de lo físico y lo digital -lo que se conoce como phydigital-, en estos tiempos donde por todos lados se habla de inteligencia artificial (IA), cómo se hace para evitar que los menores estén tan expuestos a las pantallas. Es un hecho, las aplicaciones y los dispositivos tecnológicos malos no son. Depende muchísimo del uso que les demos y cuando se trata de menores de edad, la supervisión de un adulto responsable, al igual que los filtros son básicos. Hace poco, mi hija menor, la de 7 años, descubrió Duolingo y desde entonces no para de practicar inglés. Ella misma lo descargó (es gratis), escogió el nivel de complejidad y allá va eso…Realmente, es como adictivo por lo que como madre toca decirle entre 10 a 20 minutos por día es suficiente. Sin embargo, sí me resulta difícil de digerir cuando al estar en la sala de espera de un hospital pediátrico, en un restaurante o incluso en una fiesta al aire libre, los niños y las niñas, generalmente menores de 5 años, sostienen entre sus manos diminutas aparatos que a veces cubren sus caritas por completo. Entiendo que en ocasiones resulta más cómodo darle el móvil “para que no molesten”, pero ¿qué pasa cuándo al decirle que suspen-

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