57 13.10.2023 JULIETA DE DIEGO DE FÁBREGA ELLAS ENTRE NOS DEL DIARIO DE MAMÁ ENTRE CINTAS Amediadosdelmesdeagostome invitarona participar en una campaña de la cinta rosada. Ayudar a comunicar el mensaje de prevención del cáncer es una tarea que siempre asumo con gusto pues desde que tuvemi encuentroconel dichosoenemigonohagomás que pensar que todo lo que se vive para sobrevivir, valga la redundancia, debe tener un propósito. Y, quémejor objetivo que compartir todas y cada una de las lecciones aprendidas, pensando que alguna le seráde utilidad a alguien. Es en momentos como ese que uno saca unos minutos para traer de vuelta aquellos recuerdos que, por lo general, permanecen archivados. No se olvidan del todoporquedenada serviríael aprendizaje si unono lo aprovecha una y otra vez, pero reconozco que no siempre semantiene a flor de piel. Lo primero que capté es quemi cáncer ha llegado a los quince. Creo que lo puse al revés, esmi supervivencia laquecumplequinceaños y esome hacemuy, peromuy feliz. En octubre de 2009 cuando se lanzó el libroNaranjadulce, limónpartido, acasi unañode terminadami quimioterapia, se hizo un vídeo para el evento de presentación en el que grabé unos pedacitos demi vida. El segmento que más me conmovió fue aquel en que dije “Me gustaría conocer a los nietos que no se han apuradoenllegar…megustaríarecorrerelCaminodeSantiago…el largo, el de los 30 días”pues con esas dos frases quise decir que a los cincuenta y cuatro años me faltabanmuchos sueños por cumplir. Hoy, mientras escribo estas líneas, esbozo una sonrisa porque no solo he llegado a Santiago de Compostela caminando -dos veces- sino que más importante aún, he conocido a todosmis nietos, me alegro de ver a mis hijos bien encaminados, acompañados de personas buenas que los quieren y con las cuales se están forjando un futuro sólido y promisorio. Por fuerza, la mente me lleva a recordar a todas las personasqueridasqueperdieron labatallayme siento bendecida. Es una gran responsabilidad ser sobrevivientede cáncer pues seguiráhabiendo casos, algunos cercanos y otros entre perfectos desconocidos, para loscualesunodebeestarpreparada.Prestaaofrecer la mano amiga, el consejo, a compartir el Excel para llevar el registrode losmedicamentos yde los resultados de laboratorios, hacer paquetitos con pasta de dientes especial, cremas y bloqueador solar para una amiga que empieza el combate. Preparada para escuchar los miedosajenosyempatizarconsudueño, pararevivirel propio calvario en aras de darle esperanzas a quien sienta que las pierde por segundos. ¡Hay tanta información sobre el cáncer! Se debe, por supuesto al hecho de que asusta a civiles y científicospuesnadieestáexentodecaerensustenazas. ¿Y qué podemos sugerir? Aliméntate bien, hazte tus exámenes periódicos, ejercítate y recuerda que nada nuevo que aparezca en tu cuerpo es normal. Enséñaselo a tumédico. “Mi cáncer ha llegado a los quince. Creo que lo puse al revés, es mi supervivencia la que cumple quince años y eso me hace muy, pero muy feliz.” Las opiniones emitidas en este escrito son responsabilidad de su autora.
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