ellas_2023_09_08

6 8.09.2023 POR LA SOMBRITA ELLAS.pa [email protected] ¿NO DESEA DEJAR PROPINA? UN COBRO ADICIONAL POR EL SERVICIO DEBERÍA SER UNA OPCIÓN, NO UNA OBLIGACIÓN. ROXANAMUÑOZ Haceunosdías fui aunacafeteríadondeel cobropor unos waffles yuncafé conhielo fue casi 16dólares. Pagué con efectivo y la joven que me cobraba me preguntó si quería agregar el servicio ami cuenta. Me sorprendió su pregunta pues generalmente te dicenesocuandopagasconunatarjeta. No se lo dije, y fuemi error, pero cuando entré a la cafetería juntoamihija,quieneralaqueibaacomer,nadienosguióhacia una mesa. Y nos quedamos buen rato de pie hasta encontrar unavacía. Lachicaquenosatendiódemoróenpresentarnosel menú.Pedíaguaynuncamelaentregaron.Aclaroquemeatrevíapediraguaporquevienotrasmesasvasosservidos.Unlocal sepuedereservarelderechodesolovenderaguaembotellada. Tampoconadieseacercóapreguntarnossiestábamosbienosi queríamosalgomás.Mihijaterminódecomerycomoel tiempo ibapasando,me levantéa lacajaparapagar. Yo estaba apurada. No quería discutir con una muchacha que tampoco hace las reglas del local, pero debí preguntar: ¿cuál es ese servicio que usted consideramerece una retribuciónextra? Puedequeestéequivocada, peropiensoquesi vasaun restaurante, donde una gaseosa te cuesta el triple, ya estás pagandoadicional porunservicio. Sehavueltounacostumbre, inclusocuandovasarecoger la comidaenel restaurante,quetepidanconamabilidad, cierto, si quieres incluir el servicio. Decir que no, por supuesto, se entiende como que eres una personamal agradecida o, peor, tacaña. Lo que más molesta en esto es que algunos están muy urgidospor que lepaguesadicional por el servicio, perono porprestarlo. Hace unos días en plaza Concordia me encontré con unaseccióndeventadecomidasdondeunamujerseme apareció diciéndome: “siéntese aquí, estoy para servirle”. Y su sonrisa, parte de su servicio, me decidió a quedarme. Igual me pasó en el supermercadodonde un joven, al observar que yo no tenía bolsas de supermercado, me acomodó losartículosparaquepudiera llevarlosbienen la mano y al ver mis pies dijo: “tenga cuidado, lleva los cordonesdesamarrados”.Élnomepreguntósi ibaadarlepropina. Por supuestose ladi. Entiendo que todos las cosas cuestan más y que los restaurantes y sus empleados tienen derechos a unas ganancias dignas perouna propinano se exige, segana. Pedirlaohacertesentirqueeresmalvadopornodarlaes unerror.Másquepreocuparseporpreguntarleal cliente si quieredarpropina, lapreocupacióndeberíaestar centrada en dar un servicio de calidad que haga que todos quierandarpropina, recomendaryregresaral lugar. Las opiniones emitidas en este escrito son responsabilidad de su autora.

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