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46 11.08.2023 JULIETA DE DIEGO DE FÁBREGA ELLAS ENTRE NOS Las opiniones emitidas en este escrito son responsabilidad de su autora. DEL DIARIO DE MAMÁ CUARENTA UNA EDAD ESTUPENDA Miren esto: el año en que cumplí 40 años fue el mismo en que se estrenó mi columna en esta fabulosa revista Ellas. Fue un experiencia nueva, fantástica y retadora para mí. Honestamente, les confieso que jamás pensé que se extenderíapormásde25años,peroyaven,aquíestoytodavía dando guerra. Pero este textono es sobremí ni sobre los 40años que amé profundamente, pues a pesar de todos los enredos que me presentaba la vida en aquellos momentos, tengo que reconocer que tiene uno la energía y la claridad de mente para superar cualquier cosa. Este texto es sobre esta revista que amo y en cuyas páginas he consignado una tercera parte de mi vida. Estarevista, quehevistoevolucionardeunmmm…¿cómo ponerlo?Folletito, suplemento, conjuntodepáginas sinengrapar, sin refilar, sin portada satinada, sin portadilla y con muy pocaspáginashasidounhogarmaravillosoparamiscuitasy lo agradezco enormemente. No saben los miles de dólares que me han ahorrado enmédicos para la cabeza y el corazón. Es entonces en estemes de agosto, mes de aniversario, que aprovecho para felicitar a todos y cada uno de los personajes que de algunamanera tuvo algo que ver con el crecimiento de Ellas. ¿Cómo olvidar que llegó a ser el medio en el que todo comerciante del país quería tener una página para lo que reservaban sus espacios hasta con un año de anticipación? ¿Cómo olvidar que fue cuna demuchas de las grandes periodistas que ha visto crecer este país? ¿Cómo olvidar que en esas páginas se probaron grandes ideas, ideas innovadoras que resultaronganadoras?¿Cómoolvidarquelarevista Ellashasido una de las grandes historias de éxito del periodismo panameño? Así como por viajar momentáneamente al pasado, esbozo una sonrisa al recordar quemi columna empezó siendomedia página cada 15 días compartiendo espacio con el ilustre ymuy querido escritor César Young Núñez, lo cual no podía menos que considerar un honor enormísimo. Que mis locuritas se consideraran aptas para ocupar el mismo espacio que aquel personaje, aunque no fue el primer espacio que ocupé en estas ilustres páginas, ese le correspondió a Cartas a Carmen, aquella columna del corazón en la que se absolvían problemitas de lectores. Mi agradecimiento grande, con abrazo apretado, tieneque iraMaríaMercedesdeCorró -Chellequien un día tímidamente “se pidió”la columna de Carmen para el suplemento en que hacía poco se habíaestrenadocomodirectora. Ella supovermás allá. Y fue con esa visión que armó su equipo soñado, su dream team, el que llevaría Ellasa la cúspide. Supo tomar todo lo bueno que habían creado sus antecesoras, que eramucho, ymultiplicarlo. En realidad, me gustaría usar este espacio para poner todos los nombres de los profesionales que hanhecho esta revista grande en sus 40 años, pero alguien se me quedaría por fuera, porque ya yo no tengo 40 y la memoria me juega malas pasadas y sería un crimen cometer una equivocación tan grande. Pero todos saben quienes son, cómo olvidar el haber formado parte del equipo de Ellas. ¡Brindo por los próximos 40! Julieta de Diego de Fábrega junto a varios ejemplares de ‘Ellas’ donde ha publicado su columna desde 1995. Esta foto fue publicada para una edición de la revista el viernes 4 de diciembre de 2015 y fue tomada por el fotógrafo Eric Batista.

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