14 19.05.2023 ELLAS ENTREVISTA ENFERMERAS APRUEBADEFUEGO Historias de dos generaciones. El 12 de mayo se conmemoró el Día Internacional de la Enfermería. Durante la pandemia, Eyda atendió en urgencias a pacientes con Covid-19. por: Jennifer Silvera fotos: Cortesía ENAMORADA DE SERVIR Eyda Escudero “Buenos días, buenas noches, ¿cómo te sientes?, tranquilo, respira, apóyate en mí, estuvimos acompañando a sufamiliar, todovaasalirbien, tómate este tecito de canela”. Estas son las sanadoras frases que tienen en común las enfermeras Elba Espinosa de Isaza yEydaEscudero. Elba se recibió como enfermera en 1964 y Eyda, en 2008. A pesar de ser de generaciones diferentes, han pasado pruebas de fuego en su carrera, de esas que llegan de sorpresa y cuandounomenos se lo espera. El 12demayo se conmemoró el Día Internacional de la Enfermería. Labora en el Complejo Hospitalario Dr. Arnulfo Arias Madrid, en el cuarto de urgencias, y es docente en laUniversidaddePanamá. Confiesa que lo suyo es pura vocación; desdepequeñavioasusabuelosypapáservir a otros. “Mis abuelos eran auxiliares de enfermería y mi papá técnico en enfermería, si vuelvoanacer, denuevoescojoestacarrera”, afirmaEyda. El área de urgencias es una zona crítica, por lo que asegura que la clave para llegar de buen ánimo es que la profesión te guste. Por otro lado, recalca que para estar allí la parte espiritual es fundamental. “Hay que pedirle mucho a Dios para que nos ayude a tener toda la paciencia necesaria y el respeto hacia el paciente, los familiares y tener esa empatía”, detalla. Eyda Escudero se graduó de enfermera en 2008. Asegura que lo suyo es pura vocación. Sus abuelos eran auxiliares de enfermería y su papá técnico en enfermería. Eyda, comomuchasotrasdesuscolegas, atendió directamente a pacientes de Covid-19durante lapandemia. “Trabajéenurgenciasconestospacientes.Lleguéaverun abuelo que se levantó de la cama a tocar la ventana y puerta levantando sus manos en señal de desesperación porque no podía respirar, como diciendo: ¡‘ayúdenme! ’”, recuerda aún conmovida. Otra situación que la impactó fue ver cómo algunas de sus colegas, que recién daban a luz, tuvieron que llevar a sus bebés al interior del país para que fueran cuidados, pormiedoalcontagioenesemomento. “Era como desprenderse de sus familias para cuidardeotros, algomuyduropuesunbebé necesita ser amamantado”. Durante lapandemia, lasenfermerasdebían doblar turnos lo que ocasionó que Eyda se quedara dormida al volante a las 6:30 a.m. llegando a su casa en La Chorrera. Su auto fuepérdida total; ellasolo tuvoheridas y golpes, lo que considera unmilagro. Enfatizaque laclavepara trabajardecara a lamuerte es tener aDios en el corazón. “Hay que conocer al EspírituSanto, decirle que habite en nuestra mente y nuestro corazón para que venga a nuestra boca y de ella salga algo positivo. Hay que pedírselo todos los días”. Aconseja aprovechar el tráfico y poner una oración, o escuchar música cristiana e invocar a Dios; solo así considera que se puede llegar con una espiritualidad al trabajo y enfrentar las pruebas que depare el día.
RkJQdWJsaXNoZXIy MzA4OTAx