6Edición Especial Día del Abogado Por Corprensa Content Studio Un camino que rompió barreras Durante gran parte del siglo XX, el derecho panameño fue elaborado, interpretado y aplicado mayoritariamente por hombres. La ausencia de mujeres en la redacción de códigos, en las altas cortes y en los espacios de deliberación jurídica no solo limitó su participación profesional, sino que también perpetuó una visión sesgada de la realidad legal. El derecho, al igual que otras estructuras del poder, fue históricamente una esfera masculina. El acceso de las mujeres a la profesión jurídica fue tardío y paulatino. No fue sino hasta mediados del siglo pasado que comenzaron a ingresar a las facultades de Derecho, a los tribunales y a las firmas legales, en un contexto marcado por fuertes prejuicios de género. Muchas debieron abrirse camino enfrentando resistencias culturales, escasa representación y una jurisprudencia construida desde una mirada ajena a sus vivencias. La publicación del libro La Mujer ante el Derecho Panameño (2001), impulsado por el Instituto Nacional de la Mujer, dejó en evidencia no solo las brechas normativas existentes, sino también los sesgos implícitos en leyes y prácticas jurídicas que afectaban de manera particular a las mujeres. Desde la tipificación insuficiente de delitos como el acoso o la violencia doméstica, hasta normas laborales y familiares poco equitativas, el diagnóstico fue claro: el derecho debía revisarse con una mirada inclusiva y con enfoque de género. Hoy, el país cuenta con juristas, magistradas, fiscales, catedráticas y abogadas que lideran procesos judiciales, transforman instituciones y participan activamente en la defensa de derechos humanos. El rostro del derecho panameño se ha diversificado. Pero más allá de los logros individuales, lo que ha cambiado es la conciencia colectiva sobre el rol que la mujer debe ocupar en la construcción y aplicación de la justicia. La mirada femenina transforma el derecho al integrar justicia social, empatía, equidad y nuevas formas de interpretar, aplicar y construir leyes. La mujer en el mundo jurídico El acceso de la mujer al mundo jurídico en Panamá ha sido el resultado de luchas sociales, transformaciones legales y avances en igualdad de oportunidades. Aunque el progreso es evidente, persisten retos estructurales que invitan a una reflexión profunda sobre el papel femenino en la profesión legal. Del acceso a la transformación El ejercicio del derecho desde la perspectiva femenina ha enriquecido el debate jurídico nacional. Las mujeres han contribuido a visibilizar problemáticas estructurales como la violencia de género, la falta de corresponsabilidad familiar, la desigualdad económica y la exclusión política. Su presencia en la profesión ha sido determinante en reformas legales clave: desde la creación del delito de femicidio, hasta leyes sobre igualdad de remuneración, paridad política y protección de derechos reproductivos. Sin embargo, los desafíos persisten. La representación femenina en los más altos cargos del sistema judicial aún es limitada, y muchas mujeres enfrentan obstáculos para ascender en estructuras legalistas tradicionalmente verticales y dominadas por redes de poder masculinas. A esto se suma la carga cultural de conciliación entre vida laboral y familiar, que sigue recayendo de manera desproporcionada sobre las mujeres y condiciona su desarrollo profesional. Desde el litigio, la docencia, la función pública o el activismo, las mujeres juristas panameñas están moldeando una práctica legal más inclusiva, crítica y transformadora. No se trata solo de ocupar espacios, sino de redefinirlos. La mirada femenina en el derecho no busca reemplazar, sino equilibrar, ampliar y humanizar la justicia.
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