Ecos_del_Agro

10 JULIO 2025 por Raúl Oscar López/[email protected] RESTAURACIÓN DE MANGLARES Una apuesta por la sostenibilidad agropecuaria en Barú La relación entre la producción agropecuaria y la conservación ambiental es obligada. Lamentablemente en algunos sectores de la provincia de Chiriquí, con el pretexto de producir alimentos, se atenta contra el medio ambiente. Ante esta realidad, tanto la población como las autoridades toman acciones para revertir las afectaciones ya causadas. En esa dirección, el Ministerio de Ambiente (MiAMBIENTE), a través de su Dirección Regional en Chiriquí, llevó a cabo una jornada de restauración de manglares en el área de Baco, distrito de Barú, acción contó con el respaldo de más de 150 voluntarios, entre ellos universitarios, organizaciones comunitarias, ONG y grupos de base comunitaria. Durante la jornada, se sembraron 5,200 propágulos de mangle rojo (Rhizophora mangle) y mangle caballero (Avicennia germinans), en un área de aproximadamente una hectárea y media. Estas especies nativas fueron seleccionadas por su alta capacidad de adaptación y su rol clave en la protección costera, el equilibrio hidrológico y la resiliencia de los ecosistemas frente al cambio climático. Zuleima Madrid, jefa de la Sección Costas y Mares de MiAMBIENTE, en esta región, explicó que la restauración de estos ecosistemas es esencial para contrarrestar los efectos de la deforestación causada por la expansión agrícola, especialmente por el cultivo de arroz, coco y plátano. “Los manglares no solo albergan una alta biodiversidad, sino que también actúan como barreras naturales que protegen las zonas bajas productivas contra inundaciones y marejadas”, puntualizó. Por su parte, Estefani Barrios, asesora de gestión ambiental comunitaria de MiAMBIENTE en dicha provincia, resaltó el valor de la participación ciudadana. “Hoy constatamos que los esfuerzos de reforestación rinden frutos. Muchos plantones ya están creciendo y cumpliendo su función ecológica. Este tipo de acciones, impulsadas desde las comunidades, fortalecen la seguridad de nuestras tierras agrícolas y En zonas como Barú, donde la actividad agropecuaria convive con ecosistemas costeros, la restauración de manglares se convierte en una herramienta estratégica. Estos bosques salinos ayudan a mantener la calidad del agua, protegen los suelos contra la salinización y ofrecen espacios de reproducción para especies marinas que también son parte del sustento de muchas comunidades agrícolas-pesqueras. / ´ ´

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