Ecos_del_Agro

18 JULIO 2024 por Bertilo Mejía Ortega EVOLUCIÓN DE LA MÚSICA TÍPICA POPULAR EN PANAMÁ Inspira este artículo un aniversario más del repentino e inesperado deceso, en julio de 1998, de aquel gran músico panameño, de raíces interioranas, Victorio Vergara, quien, además de exitoso intérprete del acordeón, incursionó en el campo de la ganadería, dejando un apreciable legado. Algunos, sin duda, se sentirán sorprendidos por un tema que pudieran considerar alejado de la esfera agropecuaria, pero, en mi concepto, los temas culturales y de impacto en nuestra sociedad no deben ser soslayados por razón alguna, porque, por un lado, sí producen: abren plazas de trabajo, alegran, entretienen, son fuentes de ingresos para empresarios y para el tesoro municipal y nacional, al tiempo que abren escuelas imitables para las nuevas generaciones amigas del campo y de la producción agropecuaria. De allí, estos someros típica que con alma y corazón expuso ante Panamá y el mundo aquel artista nacional tan bien recordado. población de Remedios, deteniéndome para conocer al músico panameño Amadís Bernal, quien amenizaría el baile del seis de enero, día dedicado a la Virgen de los Remedios. Por la noche pedí a un pariente adulto que me llevara a la pista para escuchar a aquel acordeonista, que ya había empezado a amenizar la actividad bailable. Observé que en aquellas épocas los artistas del acordeón tocaban sentados, cosa que dio un paso adelante en los años sesenta cuando músicos como Dorindo Cárdenas, Alfredo Escudero, Ceferino Nieto, Teresín Jaén, Victorio Vergara, Minguito Saez, Ulpiano Vergara, Fito espino, Yin Carrizo, Roberto Brandao, Chalino Nieto, Edwin Zeballos, Nina Campines, Dimas Sandoval, Chelo Mitre, Inocente Sanjur, Herminio Rojas, Herminio Guerra, Lorenzo Castillo, Víctor Bernal, Chilo Pittí, Colaquito Cortez, entre otros, subieron al escenario de pie, dejando atrás el taburete. Irrumpe prácticamente a inicios de los setenta el conjunto Ritmo Santeño, bajo la dirección del entonces estudiante Osvaldo Ayala, que imprime cambios notables en la ejecución de la música típica popular. Ayala se presentó con dos micrófonos, uno a la altura del acordeón y el otro en la parte superior para que el cantante no tuviera que descender al primero; otro cambio notorio fue el acompañamiento de una vocalista con una con ritmo y cadencia, compenetrada de su papel en la escena, antes no era así. A ello hay que añadir que en dicha agrupación musical el acordeón fue dotado de la sujeción o correas al hombro y espalda, hoy generalizadas. En los ochenta surgen los hermanos Sandoval, cuya novedad consistió en la incorporación de una cantante extraordinaria por su voz, su ritmo e interpretación clara y alegre, sin estridencias, pero con la exquisitez interpretativa que, de partida, ganó aplausos. Sandra Sandoval ha resultado un fenómeno en materia interpretativa en la música típica popular, tanto dentro como fuera de nuestras fronteras y, además, se ha convertido en fuente de inspiración para hermosas vocalistas visibles hoy día en los escenarios bailables. Casi al unísono se exhibió en Panamá la novela “Escalona”, en la que fue acordeón de Egidio Cuadrado. Allí empezaron, incluso los yeyés, a escuchar música de acordeón, a silbar, a cantar y hasta acudir a los bailes típicos populares y a escuchar vallenato. Tocó techo nuestra música y se ha ido agigantando a través del tiempo. Hoy día es uno de los ritmos más contagiosos y gustados en gente de cultivando el gusto de bailadores por un ritmo pegajoso, sensual y renovado, que atrae a grandes multitudes. El avance ha sido considerable, los cambios positivos y las proyecciones con grandes expectativas. Tan es así, que muchos conjuntos típicos han surgido en las dos últimas décadas, exponiendo destreza, sentimiento e instrumentos modernos, ejecutados por juveniles músicos. De los experimentados de ayer, y de hoy, quedan algunos físicamente presentes, y otros recordados a través de piezas musicales en las que se han inspirado los tipiqueros de hoy, un indicador de que la música no tiene edad ni distancia, la música buena no se va con el autor, se queda en el corazón mismo de la Patria. Aplausos a los nuevos artistas de nuestra música típica popular que hoy se desplazan en todo Panamá, y los mejores augurios, hoy y siempre. ¡Felicitaciones y éxitos! Julio 2024. .

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