Recorrer la Costa Arriba de Colón es como abrir una caja de sorpresas. Se presupone que disfrutar de sus playas y de su rica historia es lo que espera al visitante. Nada más lejos de la verdad. En esa área, hay quienes viven de la ganadería y las vistas de las montañas circundantes no tienen nada que pedir a las que se aprecian en Chiriquí, Veraguas o el área de Azuero. No es extraño que, una vez se entre a las zonas de Cacique, Nombre de Dios o Nuevo Tonosí, se encuentre de frente con un hato de ganado transitando por la calle hacia su corral. En esa zona está ubicado el poblado de Cacique, con una playa muy particular: sus olas son fuertes, pero el arrecife es una barrera protectora y se puede disfrutar en un área cuyas aguas mansas invitan a darse un chapuzón en familia. Allí, Jean Carlos Ortega, uno de los lugareños, pintaba su bote mientras por la calle caminaban hacia la playa cientos de visitantes. Explicó que allí es una tradición atender a los turistas, tanto nacionales como extranjeros. Es el modo de subsistencia y parte de la cultura de los pueblerinos, que llevan a los visitantes a las islas cercanas para que conozcan, no solo las islas, sino las riquezas de toda la zona. “Nos dedicamos al tránsito a diferentes puntos de las islas, como un trabajo permanente”, informó. La juventud trabaja fuera, en la ciudad de Colón o en la capital, y regresa los fines de semana a Cacique para dedicarse a atender a los turistas. Los que se quedan toda la semana, viven del turismo, destacó Jean Carlos. Pero algo le preocupa: la calle que conduce de la vía principal hasta Cacique es de tierra y piedra, por lo que piden a las autoridades mejores infraestructuras viales para un mayor desarrollo turístico en el área. Algunos pescan, pero solo para su subsistencia. Cacique es un pueblo seguro donde el visitante encuentra buena comida, buenas playas, excelente atención, con los pobladores siempre dispuestos a servirlo. Así “vende” Jean Carlos a Cacique. Pero hay más atractivos. Desde allí zarpan los botes que llevan a los turistas a isla Mamey, El Túnel del Amor, Isla Mono, Piscinas Naturales, Bahía Blanca, Venas Azules y alrededores. El Túnel del Amor es un canal de aguas cristalinas a donde van las parejas a pasear. De ahí deriva su nombre, y al estar dentro del manglar, es seguro. Los precios para estos tours oscilan entre los seis y quince dólares por persona, todo depende de la cantidad que aborde las lanchas. COSTA ARRIBA DE COLÓN: Paraíso entre playas y montañas Por: Elizabeth Muñoz de Lao Son pueblos de playa en constante ebullición, con alma y mucho que ofrecer.
RkJQdWJsaXNoZXIy NzE5MzYw