37 FEBRERO 2024 A pesar de las nubes oscuras y la guerra declarada por ambientalistas y una nueva generación de cientí cos que creen que pueden alimentar a la humanidad con productos arti ciales, siempre hay personas que siguen apostando por la producción, donde el trabajo y el esfuerzo en comunión con la naturaleza aún no han sido superados. Realmente, me parece absurda la guerra dirigida principalmente por los gobiernos europeos contra el sector productivo. No entiendo con qué piensan alimentar a sus poblaciones, o si buscan provocar una escasez alimentaria que conduzca a una reducción obligatoria de la población mundial. Ya existen gobiernos serios que se oponen al consumo de carnes sintéticas. Así como hay debates sobre productos transgénicos y más recientemente sobre las vacunas contra el COVID-19, no tengo dudas de que también surgirán debates sobre el consumo de carnes arti ciales, debates que en estos momentos son aún incipientes. Cientí camente está comprobado que la calidad nutricional de las proteínas de origen animal es más completa que la de las proteínas vegetales. La cantidad y la combinación de alimentos veganos necesarios para producir la misma cantidad de proteínas deben ser mayores, por lo que se deben buscar mejores alternativas para reemplazarnos. En este escenario convulso, donde la escasez de alimentos es más evidente, el sector industrial, principal contaminante del ambiente, ahora quiere endosar esta responsabilidad a la cría de animales y otras actividades agrícolas. Según mi conocimiento, durante los Juegos Olímpicos en Beijing, no se ordenó la suspensión de estas actividades debido a la necesidad de alimentos; lo que se cerró anticipadamente fueron las fábricas contaminantes cercanas. Estamos seguros de que no somos los protagonistas de los daños ecológicos que nos atribuyen, por lo que debemos tomar medidas para hacer respetar nuestro sector, al igual que están haciendo en Europa. Sin embargo, también debemos ser conscientes de la necesidad de reconvertirnos o iniciar proyectos que cumplan con la necesidad impostergable de cuidar el ambiente. Con este criterio se desarrolla en Los Santos lo que será el mejor proyecto para el sacri cio de ganado y cerdos en Panamá y posiblemente en toda Latinoamérica. Un grupo encabezado por el Ingeniero Industrial Maximino Cedeño lleva adelante esta iniciativa futurista llamada Panameats, la cual cumplirá con las regulaciones que se empezarán a exigir a nivel nacional e internacional a partir de 2030 para esta actividad. Con este objetivo, desde los corrales hasta el tiempo de espera para el sacri cio, se han diseñado de manera que predomine el respeto al ambiente y el bienestar animal. Un aspecto crucial del proyecto radica en los procesos de matanza tradicional y para mercados especializados como el kosher, así como en el equipo utilizado para pelar, descuartizar, identi car y dar seguimiento a la carne, todo ello computarizado. El proyecto contempla agregar valor a la carne mediante cortes especiales, la producción de carne marinada y embutidos, entre otros. Se convertirá en la primera planta de Panamá y posiblemente de Latinoamérica que no utilizará tinas de oxidación para el manejo de los residuos; un biodigestor de última generación se encargará de convertir lo que es desperdicio en abono y biogás para utilizar en la misma planta. El señor “minito”, conocido como tal en el sector pecuario, nos ilustró, entre otras cosas, que el objetivo es la utilización del mejor equipo disponible en el mercado, diseñado en muchos casos exclusivamente para este proyecto, lo cual generará ahorros del 50% en energía y mano de obra en comparación con plantas similares, en la faena diaria de 400 vacunos y 400 cerdos, que es la capacidad actual y contempla una posible duplicación en el futuro. El señor Cedeño enfatiza que todo está pensado y que no se desperdicia ni una gota de sangre, lo cual incluye una serie de proyectos accesorios que permitirán la utilización de todos los subproductos. Por otro lado, la producción de abono a bajo costo permitirá apoyar la creación de granjas satélites que, a su vez, tendrán garantizada la compra de su ganado a un mejor precio. Es el momento de iniciar la promoción a nivel nacional de este proyecto, ya que la demanda de carne vacuna y porcina de calidad será muy grande. Es necesario motivar a los productores para que saquen el mejor bene cio de esta inversión, que es la meta del reconocido amigo del sector, Maximino Cedeño. Indudablemente, este breve escrito sobre este proyecto, que está a un 5% de concluirse, no hace justicia a la envergadura del mismo debido a mi carencia técnica y para no comprometer la información que de buena fe nos brindaron los directivos de la empresa. Sin embargo, pretendemos compartir la información para que el sector pecuario sepa que hay visionarios que no ven obstáculos en el horizonte, sino oportunidades. Este proyecto nos fortalece, y por ello sentimos que es necesario permanecer en el campo. El tiempo en que se producía para saciar la gula de unos pocos quedó atrás. Ahora, ante la hambruna que se avecina, la sociedad valorará y tendrá que pagar el valor justo de nuestros esfuerzos./ EL SECTOR PECUARIO EN PANAMÁ SIGUE VIVO por Roberto Jované Santamaría / Ganadero
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