Embajada_Espana

20 La obra del tercer San Lorenzo comenzó a toda prisa. Era preciso mantener defendida la boca del Chagres, que abierta daba paso expedito a cualquier nuevo ataque a Panamá. Fernández de Córdoba se trajo 10,000 ladrillos de Cartagena, y compró doscientos esclavos en Portobelo de los que dejó veinticinco en San Lorenzo para iniciar los trabajos. Mandó hacer dos hornos de cal para que la nueva fortaleza fuese levantada, por primera vez, en mampostería. Se excavó un nuevo foso, de unos 12 metros de ancho y 2.5 de profundidad, en el substrato rocoso del promontorio. Fue la excavación de ese foso lo que delineó o delimitó el frente de tierra del nuevo castillo, con sus dos medio-baluartes a cada extremo de la nueva hendidura, mirando hacia la tierra firme. Este fue el castillo que atacó y arruinó Edward Vernon en 1740. En la década de 1760, la Corona española ordena construir un nuevo San Lorenzo, el cuarto y todavía en pie, que demuele lo que quedaba del anterior y lo cubre con sus nuevos componentes, rellenando el foso. Fue ese foso, abierto en 1672 y rellenado noventa años después, el que decidimos explorar en el reciente proyecto de investigación titulado “Los orígenes del castillo de San Lorenzo y el poblado de Chagres en el Caribe panameño”. Se trata de un proyecto interinstitucional y multidisciplinario, liderado por el Centro de Investigaciones Históricas, Antropológicas y Culturales – AIP, en colaboración de especialistas del Museo del Canal Interoceánico de Panamá, la Universidad del Norte de Barranquilla, Colombia, la Universidad Tecnológica de Panamá, el Centro Regional Universitario de Coclé de la Universidad de Panamá, y el Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales, y financiado por la Secretaría Nacional de Ciencias, Tecnología e Innovación de Panamá (SENACYT). También por primera vez se realizó una prospección arqueológica y se logró delimitar la zona ocupada por el pueblo de Chagres, que acompañó al castillo desde inicios del siglo XVII y que fue uno de los principales puertos caribeños del istmo. Este pueblo fue mudado en 1916 al sitio de Nuevo Chagres, donde como parte del proyecto se realizó una investigación de memoria oral entre sus habitantes. Con la investigación se logró documentar los restos del tercer castillo de San Lorenzo, que fueron cubiertos por el patio de armas del cuarto castillo y que apenas se insinuaban en la superficie actual. Se pudo exponer la superficie de toda la cortina de piedra que une los dos medio-baluartes del hornabeque, y se definió la profundidad y extensión total del foso. También se encontró un fragmento del revestimiento de mortero de argamasa que cubría las paredes de los baluartes. Como el foso estuvo abierto por solo noventa años, uno de los objetivos principales era el de obtener una muestra de los desechos arrojados por los soldados de la guarnición allí en esa limitada burbuja de tiempo, para poder estudiar su vida cotidiana a través de su cultura material. Sin embargo, el estrato arqueológico al fondo del foso, bajo los rellenos de tierra y caliche, estaba totalmente limpio, al contrario de lo que observamos por ejemplo al pie de las fortificaciones de Panamá, repletas de desechos. Es muy probable entonces que la tropa haya arrojado la basura el mar y no en el foso. No obstante, logramos documentar vastos depósitos de materiales arqueológicos en el pueblo de Chagres, donde los análisis de laboratorio nos podrán dar esa imagen de la vida cotidiana que buscábamos. En la actualidad el proyecto continúa con el análisis y síntesis de los datos arqueológicos recuperados en campo, y los datos históricos obtenidos en el Archivo General de Indias (Sevilla) para en la primera mitad del 2024 poder publicar los resultados de la investigación en medios científicos y en el mismo castillo. Así sus muchos visitantes podrán comprender mejor la larguísima y apasionante historia de esta imponente fortificación, recién restaurada, que hoy es uno de los principales atractivos turísticos de Panamá y que está inscrita en la lista de Patrimonio Mundial de la UNESCO. Plano del castillo (1749) levantado por Nicolás Rodríguez. Biblioteca del Palacio Real de Madrid. Visita del embajador a las excavaciones

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