Embajada_Espana

E 13 l nombre de Santos Jorge, un joven músico inmigrante que arribó en nuestro istmo en el ocaso del siglo XIX, es archiconocido para todos los panameños—después de todo, es el autor de la pieza musical más cantada en este territorio desde los albores de la nueva república. La persona, empero, es menos conocida, como lo es el entorno artístico que encontró en su viaje desde España al Perú y que lo hizo permanecer en Panamá. Dedicaré las siguientes líneas a aportar algunos datos acerca del Panamá finisecular que recibió a Jorge y, en el proceso, daremos una mirada a la obra de este artista quien, más allá de Alcanzamos por fin la victoria, dejó una importante huella en la construcción del paisaje musical panameño del siglo XX. Santos Jorge Amatriain nació en Peralta de Navarra el 1 de noviembre de 1870 y estudió con el reconocido compositor y también navarro Juan Pascual Antonio Arrieta (conocido como Emilio Arrieta) en la Escuela de Música y Declamación de Madrid. A los diecinueve años, Jorge abandona la península en ruta a Lima. Al realizar la escala obligada en Panamá, el joven artista es convidado a tocar el órgano en la catedral, tras lo cual se le ofrece de forma súbita la posición de maestro de capilla. La catedral había recientemente perdido a su anterior maestro de capilla, José de los Santos Benítez, quien a su vez fue hijo del anterior titular del cargo, José María. Con pocas personas con el entrenamiento requerido para el importante puesto catedralicio, la llegada del joven Jorge fue bien recibida. El maestro Eduardo Charpentier Herrera nos cuenta que, tras su destacada participación acompañando el servicio, el obispo Alejandro Peralta ofreció las condiciones para que Santos Jorge permaneciera en el Panamá colombiano, lo cual hizo gustoso. 04 Samuel Robles, musicólogo, investigador permanente del CIHAC–AIP Un himno para Santos Jorge Samuel Robles El compositor español de la música del Himno Nacional de Panamá

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