Embajada_Espana

28 A todos ellos, de distintos orígenes y circunstancias, se debe el Consulado, y todos deben encontrar abiertas las puertas de nuestra sede. Por eso nuestro equipo trabaja cada día por agilizar y modernizar la atención, utilizando la tecnología como una herramienta útil y no como una barrera. Intentamos comunicar lo que hacemos en lenguaje sencillo, en nuestra página web y nuestras redes sociales, para que enfrentarse un trámite –otorgar un poder notarial, renovar un pasaporte, inscribir el nacimiento de un hijo…- no sea nunca un quebradero de cabeza para el ciudadano. Para las emergencias consulares que afecten a españoles, contamos con una línea de teléfono operativa 24/7, dispuesta para asistir inmediatamente a nuestros compatriotas –residentes o turistas- que se encuentren en situación de peligro. En este contexto, prestamos una atención especial a los casos de violencia de género, así como a los que afectan a menores y discapacitados. Somos especialmente conscientes de la importancia de los mayores españoles, que tanto han contribuido, con su esfuerzo y tesón, al desarrollo de Panamá desde hace muchas décadas. Nuestro enlace con la Consejería de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social con competencia en nuestro país nos permite ofrecer una información actualizada sobre prestaciones y ayudas para este colectivo. Hacemos el mayor esfuerzo por atender a todos ellos, y especialmente a quienes tienen mayor necesidad, con el respeto y afecto que merecen. Además, trabajamos para ayudar a los ciudadanos panameños y de otras nacionalidades que tienen intereses en nuestro país. Es muy significativo, por ejemplo, el número de jóvenes que eligen España para cursar sus estudios superiores. El año pasado tramitamos casi 600 visados de estudio, en un reflejo del creciente atractivo de nuestras universidades para los estudiantes. España es un país abierto y acogedor, y esta vocación debe reflejarse también en el carácter de nuestra atención consular. Historias que nos unen Aunque me temo que en mis años de trabajo no podré conocer personalmente a nuestros 16.000 nacionales, cifra que probablemente irá en aumento, sí espero poder servir eficazmente a todos aquellos que lo necesiten, de la mano de un equipo pequeño pero bien capacitado y con una gran vocación de servicio. A ellos se suma la colaboración altruista de nuestro cónsul honorario en David (Chiriquí), que nos permite brindar una mejor atención a los residentes en el interior del país. Espero, además, poder contribuir a que los referentes que mencionaba al comienzo sean más difundidos e imitados. Si usted ha conocido en Panamá a algunos de esos españoles ejemplares –¿la profesora que le enseñó matemáticas, el empresario que le brindó su primer empleo, el chef de su restaurante favorito de la ciudad? -, no dude en compartir sus historias: estará contribuyendo a que la comunidad española esté cada vez más unida. Ese es nuestro principal reto compartido: articular a este grupo numeroso y diverso de compatriotas, hacerlo consciente de sus derechos y de sus deberes y mantener sus profundos vínculos con España a pesar de la distancia.

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