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contrario). Respuesta: 2735, eso equivale a un Toro y dos Vacas (1T, 2V). El tres se encuentra en el mismo lugar, el dos y cinco son comunes, pero en lugares diferentes. El 7 y el 9 nueve no son comunes para ambos números en esta asignación. Guiados por las respuestas obtenidas, el juego termina cuando se obtienen los cuatro toros (T,T,T,T) es decir el contrario localiza por medio de un proceso lógico-combi - natorio los números correctos en el lugar preciso. Probable secuencia de un juego: 3594. Respuestas: 1. 1568 (un Toro) 2. 1586 (1T) 3. 1658 (1V) 4. 2570 (1T) 5. 4539 (1T 3V) 6. 3594 (4T). Nuestra experiencia nos indica, que por lo regular los ensayos pasan de 10 respuestas hasta el acierto total o cuando entramos todos los toros al corral, lo que nos puede llevar otros cinco intentos. Podemos variar el grado de dificultad aumentando el número de cifras, limitando los ensayos a los máximos de 12 a 15, jugando de uno contra dos o más jugadores, la combinación de las anteriores y lo que su imaginación les permita. El juego en su aparente simplicidad pone en acción habilidades cognitivas como la atención, la memoria de trabajo, la concentración, el análisis lógico-matemático, el planeamiento, la meta cognición y el ejercicio del pensamiento hipotético deductivo. Para mover los “músculos” del desarrollo cognitivo y favorecer buenas notas escolares, nada mejor que un juego divertido, gratis, portátil y sin conexión Wifi como Toros y Vacas. Que se diviertan. El juego intelectual como herramienta de desarrollo cognitivo Por: Alejandro Carrasquilla J. Psicólogo C.I.P. 895. Experto en Altas Capacidades y Talentos Específicos y coordinador nacional del programa de Aptitudes Sobresalientes y Talentos Específicos del Meduca. Propio de todas las edades y desde el proverbial “frío- caliente”, pasando por las adivinanzas encubiertas en poesía, hasta un problema ingenioso verdaderamente desafiante, el juego intelectual infunde, a no pocos niños o jóvenes, una pasión por mayores complejidades y deseos por dedicarse de lleno a resolver o plantearse enigmas de mayor importancia conceptual o pragmática. Los juegos intelectuales son la antesala y consecuencia de la curiosidad, la creatividad y el pensamiento lógico matemático. Su práctica ayuda junto con la lectura comprensiva a desarrollar múltiples habilidades necesarias para ejercer el pensamiento crítico y sistémico. En un juego adivinatorio como el que a continuación detallamos, tratamos de acertar el pensamiento del contrario, elaboramos un plan de acción para anular sus estrategias con las preguntas que hacemos y las respuestas que obtenemos. Denominado en los años 70 como Toros y Vacas, se desarrolló en las décadas siguientes en la versión conocida como Master Mind y súper Master Mind. Los jugadores son dos. Lápiz y papel para ambos. Uno de ellos piensa un número de cuatro dígitos, con cifras distintas del cero al nueve, la jugada consiste en que el contrario diga un número con la intención de acertar el número anotado que está oculto. Si el número propuesto tiene una cifra común en el lugar correcto, se le denomina al evento “Toro” (T). Si la asignación es común, pero en un lugar diferente, se le denomina “Vaca” (V). En respuesta a la jugada del contrario, el primer jugador compara su número con el propuesto por el oponente y comunica el número de toros y vacas que obtuvo de aquel. Veamos un ejemplo: Número propuesto; 5239 (oculto a la vista del 21

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