Embajada_Espana
28 comercial, como puso recientemente de manifiesto la visita de la Ministra de Asuntos Exteriores Erika Mouynes, que en nuestro país se reunió con la Cámara de España. Tradicionalmente, España se había situado entre los cinco principales proveedores e inversores en el país, ocupa actualmente el sexto puesto como proveedor (por efecto de la pandemia COVID y la fuerte caída del sector de construcción e infraestructuras en el país), y el sexto puesto también como inversor en la economía panameña (en términos de stock). No obstante, cabe destacar que en 2020 España se ha situado también como segundo cliente de las exportaciones de Panamá ante la entrada en producción y exportación de la mina de cobre de Donoso. Más específicamente, en 2020 las exportaciones españolas a Panamá fueron de unos 210 millones de euros, lo que sitúa a Panamá como nuestro 81º cliente, pero el primero en Centroamérica. Los datos de 2020 fueron un 55% inferiores que en 2019 como consecuencia de la situación derivada del Covid-19. No obstante entre enero y junio de 2021 las exportaciones españolas han crecido ya un 19,6% y se han situado en 124 millones de euros y el número de exportadores españoles se sitúa en 3.485, de los cuales 573 exportan de forma regular en los últimos años por importes superiores a 50.000 euros. En 2020 los sectores que más destacaron en cuanto a exportaciones españolas a este país fueron los productos farmacéuticos (16,0%), máquinas y aparatos mecánicos (11,0%), aparatos y material eléctrico (8,0%), y aceites esenciales y perfumerías (6,5%). El saldo comercial en 2020 por primera vez, y a causa de las importaciones de cobre, es netamente favorable a Panamá, alcanzando los 12,7 millones de euros, un notable cambio frente al año 2019 en el que España registró un saldo favorable de 336 millones de euros. Con todo, España viene siendo durante la última década el primer país socio en proyectos públicos por lo que ha devenido un protagonista en el espectacular desarrollo del país en esa época, en todas las áreas (infraestructuras del transporte, agua, energía, telecomunicaciones, servicios) y sigue liderando este capítulo como lo demuestran las recientes licitaciones en este último año en el ámbito de la línea de transmisión eléctrica a Sabanitas, las licitaciones para saneamiento o para el túnel de la línea 3 de metro. Así mismo el stock de inversión española en Panamá, según los últimos datos publi- cados fue de 1.582 millones de euros en 2019, por los que Panamá constituye el segundo destino de las inversiones españolas en Centroamérica y Caribe (tras República Dominicana) y 30º en el mundo. Las actividades financieras, auxiliares y de seguros, la fabricación de minerales, las actividades inmobiliarias, de alojamiento y actividades de juego, aglutinan tres cuartas partes de esa inversión, y como decía más arriba, utilizando los últimos datos de la Contraloría General de Panamá, España ocupa el sexto lugar del ranking de inversores por detrás de Colombia, EE.UU , Canadá, Suiza y Reino Unido. En definitiva, a pesar de estar asistiendo a un importante cambio de ciclo y de que Panamá está atravesando probablemente sus momentos más difíciles en los últimos treinta años, la presencia y apoyo español a esta economía no cesa y sigue erigiéndose como el socio privilegiado que siempre ha sido, y como lo atestigua la reciente concesión para operar el astillero de Balboa. Confiemos que pronto las condiciones sanitarias sean restituidas, la actividad económica internacional siga cogiendo tracción y Panamá sepa así encontrar una rápida salida de la crisis sanitaria pero también de combinar una estrategia de atención de las necesidades sociales impostergables y de inversión sostenible a medio plazo que garantice el futuro económico, y donde, como siempre, estará nuestro país apoyando.
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