Embajada_Espana
22 Era una mano de obra muy valorada e incluso el presidente Roosevelt, en 1906 los alabó y llegó a calificar a estos españoles como “muy trabajadores”. Llegó a solicitar a un contingente mayor ellos para continuar la obra. Se llegó a afirmar incluso por parte de los americanos que un gallego valía por 3. En cuanto a las condiciones de trabajo, no era fácil mantener una mano de obra estable, tan sólo uno de cada 10 peones permanecía en su puesto más de seis meses. Los que no morían o se enfermaban, desertaban vencidos por el miedo. Cuando comenzaron a conocerse las terribles condiciones vividas por sus compatriotas en Panamá, la prensa española criticó el proceso de reclutamiento, las penurias del viaje y las condiciones de trabajo. La comida era escasa y de poca calidad, las viviendas eran vagones de tren habilitados o barracones insalubres y los hospitales no ofrecían un buen trato. Los españoles eran “Silver Roll”, es decir, mano de obra de segunda que ganaban mucho menos que los “Gold Roll” norteamericanos. Tenían más trabajos pesados y comían mucho peor: en el desayuno, arroz y agua; en la comida y cena, sardinas enlatadas pan y plátanos. Un menú del Gold Roll consistía en desayuno: café, copos de avena con nata, jamón y huevos, papas fritas y torta cocida con almíbar. Comida y cena: bisteck y carne guisada con setas. Los trabajadores españoles se organizaron para reivindicar los privilegios de los que gozaban los estadounidenses, para ello llegaron a crear incluso la Sociedad Española de Beneficencia en 1885 (que todavía funciona en la actualidad). El contingente español fue por tantomuy rebelde y combativo en el reclamo de sus derechos. Los españoles fueron los primeros trabajadores en irse a la huelga, precisamente por la comida, llegaron a exigir y conseguir comer amediamañana, se dice que ese fue el origen de la expresión “coffee break”. No hay un número exacto de los que fallecieron, se calcula que alrededor de 500. La mortalidad era tan alta, que por ley del 21 de diciembre de 1907, el gobierno español prohibió temporalmente la emigración a Panamá, cuatro años después volvería a permitirla. Al finalizar las obras, la mayoría regresó a España, algunos eligieron otros destinos americanos como Brasil, para la construcción del ferrocarril o siguieron bajo el mando de los estadounidenses en la United Fruit Company en países como Costa Rica y algunos incluso fueron a Bocas del Toro. Los que se quedaron en Panamá serían los pioneros de una emigración que a pesar de no ser muy numerosa en número, sí fue exitosa. En los años posteriores se dedicaron a varios negocios y oficios, como las abarroterías, la cantería, la venta ambulante o, más recientemente, las mueblerías (sector donde llegaron a formar un auténtico monopolio). También abrieron restaurantes, hoteles y moteles. Con esta perspectiva, es importante destacar que en la reciente ampliación del Canal, ya en el siglo XXI, participaron empresas españolas y lo que es más destacable, ingenieros y arquitectos españoles, que casi cien años después vinieron a laborar al Canal como mano de obra altamente calificada. Por tanto, la presencia española en el Canal es una constante y tiene una historia que merece ser contada. Asociacionismo y Sociedad Española de Beneficencia. El asociacionismo ha sido y es considerado un elemento fundamental para explicar la presencia gallega y española en América. Las sociedades y asociaciones creadas por los emigrantes constituyen uno de los factores más relevantes
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NzE5MzYw